Con el objetivo de que los niños con autismo sean personas autosuficientes y productivas, la agrupación “Esperanza para el Autismo” (Espau), pondrá en marcha una serie de talleres para la vida diaria encaminados a que los menores aprendan actividades básicas del hogar como tender su propia cama, lavar el baño, preparar platillos fríos y aprender a utilizar el transporte colectivo, entre otras.
Flor Valdez, directora de la asociación, señala que es importante atender el autismo como un solo problema porque de lo contrario “estamos dejando 50 problemas sociales”.
Aunado a lo anterior, Valdez informa que empezarán con producción de hortalizas a través de hidroponía para lo cual ya cuentan con un espacio y el personal necesario y capacitado.
“La idea es que aprendan un oficio, puedan trabajar en una empresa o simplemente sean autosuficientes. Los padres no vamos a estar siempre y heredarles a los hermanos un muchacho que no esté atendido es una carga muy pesada”, señala la entrevistada y agrega que con esto, quieren demostrar que si “desde pequeños se les atiende en conducta –que es el problema más fuerte de ellos–, podemos empezar a sacar algo muy productivo como sociedad”.
Informa que la cantidad de niños atendidos por Espau se ha triplicado ya que cuando iniciaron operaciones únicamente tenían 10 menores y en la actualidad son 32, de 4 hasta 18 años, los que acuden a terapia cotidianamente y la meta para el presente año es llegar a 48 ó 50.
La terapia, explica, se da acorde al grado de autismo que tenga cada paciente. “Cuando el niño llega se le hace una valoración y dependiendo de eso se le arma un plan de trabajo. Lo primero que trabajamos es el contacto visual, que sea sociable y luego lo conductual. Un 20 por ciento del trabajo es nuestro y el 80 por ciento es en casa, de los padres”. El costo de las terapias, indica, es de 42 pesos por hora cifra que resulta más accesible que si el niño es atendido de forma particular.
“Una terapia normalmente cuesta de 300 a 750 pesos la hora. Nosotros cobramos 42 pesos y les damos apoyo a los padres. Además, a las personas de bajos recursos se les realiza un estudio socioeconómico y los apoyamos en lo posible. Les damos atención también a los padres de familia para que aprendan a trabajar el duelo que viven al tener un hijo con discapacidad”.
