Una de las características más básicas de los seres humanos es nuestra capacidad distinta de sentir apasionadamente, aunque este talento no es demostrado siempre a nuestro favor. Mientras que se considera que los adolescentes y niños pequeños a menudo tienen dificultad para controlar sus emociones, la verdad es que a cualquier persona, independientemente de su edad, en algún momento le puede ser difícil hacerse cargo de sus sentimientos. Mientras que las emociones y sentimientos no están equivocados, es importante controlarlos, para que no asuman el control de tu vida.
Instrucciones
1
Presta atención a tus sentimientos. Antes de que puedas controlar tus emociones, necesitas darte cuenta de qué emociones sientes. Trata de notar cuándo comienzas a sentirte enojado o triste. Tómate un momento para pensar por qué te sientes de esa manera y si la reacción es adecuada. Por ejemplo, si comienzas a enfadarte porque tu amigo no puede ir a ver una película, piensa qué emoción específica sientes. Si te sientes enojado, tal vez te estás preguntando si tu amigo aún se preocupa por ti o imaginas que te está ignorando.
2
Considera las consecuencias de reaccionar de forma exagerada. Tal vez sientes malestar durante una reunión de negocios y empiezas a enojarte. Antes de reaccionar ante un comentario sarcástico, considera las posibles repercusiones de tu reacción. Aunque puedes sentirte enojado, irritado o incluso triste, toma un momento para respirar profundamente y recordar que un estallido podría tener consecuencias negativas para tu carrera futura.
3
Escribe en un diario, agenda o cuaderno para controlar tus sentimientos y expresarte en un espacio seguro y relajado. Nadie necesita leer tus pensamientos, así que puedes sentirte libre de ser totalmente honesto contigo mismo. A veces, sólo dejar salir tus sentimientos ayuda a ver tu situación bajo una nueva luz. Si quieres expresar rabia, ve y grita solo en una habitación o un coche. Deja que todo salga y luego relájate.
4
Toma medidas para relajarte durante todo el día y cuando empieces a sentirte emocional. Da un paseo, ejercítate, anda en bicicleta, toma una caminata, juega un juego de mesa, escucha música o relájate en un baño de burbujas. Si empiezas a sentir que tus emociones comienzan a descontrolarse cerca de personas, excúsate para salir de la situación para que puedas calmarte durante unos instantes y hacerte cargo de tus sentimientos.