CAFE


El café es una bebida que se obtiene a partir de mezclar en agua caliente granos tostados de la planta de café (Coffea de la familia Rubiaceae, conocida como cafeto). Su origen es más bien una leyenda conocida por musulmanes y cristianos: habla de que en una ocasión en que el Profeta estaba enfermo, el ángel Gabriel le devolvió la salud y la fuerza viril, ofreciéndole una bebida negra como la gran Piedra Negra que hay en La Meca. Pero esta no es la única leyenda que intenta darle origen preciso al café, si bien lo cierto y más históricamente trazado es que se originó del África tropical, en donde se conocía desde hace mil años, siendo introducido en Europa con la dominación árabe de España, pero su consumo no se popularizó sino hasta el siglo XVII.

Uno de los más antiguos escritos que hace referencia al café es llamado “The Success of Coffee” (El éxito del café), escrito por un sensible hombre originario de la Meca llamado Abu-Bek a principios del siglo XV y fue traducido al francés en 1699 por Antoine de Gailland, el mismo que tradujo “Thousand and One Arabian Nights” (Las mil y una noches). En este sentido no dudamos que sean los árabes los primeros en descubrir las virtudes y las posibilidades económicas del café. Esto fue porque desarrollaron todo el proceso de cultivo y procesamiento del café y lo guardaron como un secreto. Los árabes también trataron de evitar la extradición de cualquier semilla de café.

El café comenzó a conquistar territorio en el mundo como la bebida favorita en Europa, y llegó a Italia en 1645 cortesía del comerciante veneciano Pietro Della Valle. Inglaterra comenzó a tomar café en 1650 gracias al comerciante Daniel Edwards, quien fue el primero que abrió un establecimiento de venta de café en Inglaterra y en Europa.


Llegó a Francia a través del Puerto de Marsella. En 1660 algunos comerciantes de ese puerto, quienes sabían del café, sus atributos y efectos por sus viajes alrededor del mundo, decidieron llevar unos cuantos sacos desde Egipto y por 1661 la primera tienda de café fue abierta en Marsella.

La historia señala a Solimán Aga, el embajador de Persia en París durante el reinado de Luis XIV, como el primero en introducir el café en la Monarquía y la alta sociedad francesas. La primera tienda de café en París fue abierta al público en 1672 por Pascal Armeniano a lo largo de la tradicional avenida Saint Germán. Un siciliano de nombre Procopio abrió una tienda similar cerca, donde se reunían alrededor del exquisito sabor del café, muchos de los mejores ejemplares de la sociedad parisina. En 1689 Procopio trasladó su tienda de café a un lugar cerca del Teatro de la Comedia donde prosperó y finalizó cuando ya era conocido en todo París.

Como se pudo apreciar, el café ha estado siempre rodeado de misticismo y buen gusto, lo que no resulta extraño debido a su exquisito sabor e increíble versatilidad. El mito del nerviosismo y de que quita el sueño está pasando a mejor vida. Las propiedades del café son cada vez más aceptadas por todos los profesionales, al menos en dosis moderadas. Y es que se ha comprobado que el café puede ayudar a prevenir algunas enfermedades y contribuir a mantener en forma la memoria y acrecentar el rendimiento físico y mental.

¿Cómo saber cuál es el mejor? Los granos de café de América Central son más ligeros, y de sabor más suave que los de Indonesia. El café arábica de los países de América Central, cultivados a gran altura, es muy equilibrados en cuanto al cuerpo y sabor. Los cafés de Brasil tienen más cuerpo que los cafés de América Central. Los cafés de América del Sur tienen también un marcado sabor y un aroma muy distintivo. Muchos atribuyen estas Características diferenciales a las bajas latitudes en donde se cultivan sus cafés. Los cafés de Indonesia tienen mucho cuerpo, un rico aroma, y poca acidez. A pesar de su rareza en el mercado, estos cafés no suelen ser del todo caros. Los cafés africanos tienen un sabor muy particular. El café Etiopía y el Kenia AA son relativamente suaves, pero con un fuerte aroma. Suelen ser más caros. Pero si lo que se busca es fomentar el consumo de café mexicano, existen muchas marcas no precisamente caras, aunque sí se le prefiere puro se puede optar por uno proveniente de Chiapas que esté entero y se pueda moler.

Su consumo moderado puede prevenir enfermedades neurodegenerativas, ayudar como protector frente a la diabetes tipo 2, retrasar el desarrollo del mal de Parkinson y ayudar a reducir el riesgo de Alzheimer. Por otra parte, el café contiene cuatro veces más componentes beneficiosos para la salud que otras bebidas de origen natural, por la gran cantidad de antioxidantes que pueden influir en el retraso del proceso de envejecimiento.

El café es tan pobre en nutrientes que apenas cabe esperar provecho alguno por ingerirlo; sin embargo, contiene otras sustancias de las que sí podemos sacar provecho, como los polifenoles y la cafeína. Esta última sustancia según los textos de farmacología, es un estimulante cerebral y cardiaco hasta cierto punto inofensivo. La primera acción es útil cuando nos tomamos el primer café del día o cuando queremos reanimamos a media tarde. No obstante, en personas susceptibles, este hábito puede traducirse en insomnio, debido a que la cafeína también es un estimulante muscular. Dos tazas de café antes de una actividad rigurosa son recomendables además porque no aportan muchas calorías. Sin embargo, debido a que la cafeína produce intolerancia y adicción, se recomienda no exceder del consumo de dos tazas al día de café con muy poca o nula azúcar.

Consumir café en cantidades mayores a la indicada puede ser perjudicial para el organismo, sobre todo en las mujeres que están menstruando, pues favorece la retención de líquidos. Tampoco es aconsejable durante el embarazo, ni cuando se es menor de diez años, en cuyo caso es preferible la leche de vaca.

 

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