Coco, una niña australiana de cinco años, padece autismo y dejó de hablar hace tres años, al poco de comenzar a pronunciar sus primeras palabras. “Quiero más tostadas, por favor”, eso ha sido lo primero que ha dicho la pequeña después de este tiempo sin comunicarse con su familia. Su madre no cabía en sí de la emoción, según recoge el ‘ Daily Mail’, porque Coco corrió por toda la casa repitiendo lo mismo y desde entonces no ha parado de decir cosas nuevas.
Su familia recauda fondos a través de la red para poder costear la terapia de 26.000 dólares en la que ahora está inmersa, y gracias a la que creen que responden estos avances. Una de las personas que más se implica en causa es su hermana, Chelsea, quien ha alabado el duro trabajo de su madre durante este tiempo. “Mi madre se va preocupada a la cama por el futuro de Coco, tiene pesadillas sobre ello”, ha declarado al medio británico.
La terapia es conocida como Análisis del Comportamiento aplicado, que consiste en ir modificando poco a poco la conducta de la niña para que vuelva comunicarse con las personas de su entorno.
