Una madre logra con un vídeo casero la mayor campaña sobre el autismo

Carolina Marín

Carolina Marín tiene dos niñas mellizas de cinco años, Daniela y Carla. Ambas cursan infantil en un colegio público, aunque Carla, que tiene autismo, va a clases de apoyo en un aula TGD (especializada para alumnos con Trastornos Generales del Desarrollo).

Carolina decidió aportar su granito de arena al Día Internacional de Concienciación sobre el Autismo (dos de abril), para lo que pidió colaboración anónima a través de la red social Whatsapp. La idea era apoyar con vídeoselfies una campaña promovida a través dechange.org para pedir a las instituciones que garanticen siempre los recursos materiales y humanos necesarios para que los niños diagnosticados de autismo ‘puedan integrarse con el resto en el sistema educativo general, que es lo que recomiendan todas las instituciones’. No se trata de un reto extraordinario, sino de un objetivo consensuado por todos los especialistas, además de un compromiso de España como Estado, según el artículo 24 de la Convención de Derechos de Personas con Discapacidad de 2007.

A los tres días de pedir ayuda, esta madrileña de 32 años había recibido 250 vídeos de todos los rincones de España. Su sorpresa fue mayúscula cuando comprobó que muchos de sus protagonistas son celebridades. Apenas un mes después, los vídeoselfies de apoyo a los niños que tienen autismo son 890 y más de 90.000 personas han secundado la iniciativa, que ya se ha convertido en un fenómeno viral en España, con más de 43.700 clics en Facebook. Probablemente se trata de la campaña de sensibilización sobre el autismo más importante realizada hasta ahora. Y ha sido espontánea. El fenómeno empieza a ser comparable al baño con cubitos de hielo que sirvió para que el mundo entero tomara conciencia de laEsclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

Carol mira de frente a cámara y cuenta su historia. Explica que, probablemente, su hija Carla, diagnosticada de autismo severo, no conseguirá hablar nunca, por lo que anima a los internautas a ‘ser su voz’ y firmar su campaña. Muchos de los abajo firmantes subrayan su apoyo a Carla a través de un gesto muy característico: se graban tocándose la palma de la mano con el índice de la otra mientras dicen: ‘Yo he firmado’.

Entre los voluntarios, periodistas de relumbrón como Pepe Ribagorda y Máxim Huerta; actores como Iván Masegui, Iñki Guevara, Belinda Washington y Miriam Díaz-Aroca; celebridades como Nacho Montes y Tamara Gorro, cantantes como El Langui, Antonio Carmona (Ketama) o Gadel, músicos como Miguel Sacristán y Jesús Redondo (Los Secretos), futbolistas como Pablo Durán, y showman metidos a raperos como el popular Lory Money.

Carolina Marín es sumiller de profesión y encargada de un pequeño restaurante ubicado en la Avenida América (el Manolete Degustación). El esbozo viene al caso porque perfila lo que comúnmente llamamos ‘una mujer normal’. También porque permite entrever que nada en su biografía -ni su trabajo, ni sus amistades, ni su posición social- sirve para explicar por qué su vídeo ha tenido tanta repercusión, por qué ha movilizado a tanta gente.

Al fin y al cabo la historia de la pequeña Carla es similar a la de entre600 y 700 niños madrileños diagnosticados de autismo, pero con capacidad para ser educados en colegios ordinarios reforzados con aulas TGD. Carla y su hermana Daniela van a clase en el Daniel Vázquez Díaz de Madrid y el próximo septiembre comenzarán primer curso de Primaria.

El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que comprende varias tipologías o grados con una prevalencia del 1% . En unos casos los niños diagnosticados necesitan ir a centros preferentes de educación especial; en otros pueden cursar su educación con el resto de niños pero acudiendo a estas aulas específicas o apoyándose en terapeutas.

Carla no tiene estereotipias (movimientos no propositivos y repetitivos reflejos), no es agresiva y no se autolesiona. El objetivo de su madre, como el de tantos otros padres de niños con autismo, es que no falten nunca los medios materiales y humanos necesarios para seguir garantizando su inclusión, de ahí la importancia de que siga yendo a clase con su hermana y sus amigas.

El director de la Federación de Autismo Madrid, Christian Loste, asegura que la colaboración de la Consejería de Educación es «positiva» y que el criterio debe ser siempre ‘que los niños tengan los recursos que necesitan, no que se apañen con los que haya’.En este punto, tal como recuerda en su vídeo Carolina Marín, las administraciones están obligadas a «asegurar un sistema de educación inclusivo a todos los niveles», para lo que «se harán los ajustes razonables en función de las necesidades individuales» de cada persona.

Aquí el video completo de Carolina Marín. 

 

Original. 

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