Tomar un respiro de tu trabajo es bueno para tu cerebro

Descanso laboral
Muchos de nosotros nos sentimos abrumados haciendo malabares con el trabajo, los horarios familiares y las presiones de inicio de año. Trabajamos más horas tratando de lograr más, y ni aún así las pilas de trabajo desaparecen, no importa cuánto trabajemos.

Sin embargo, muchos investigadores nos muestran que esta no es la manera más productiva de trabajar, y de hecho pudiera ser que seamos menos productivos al empujarnos nosotros mismos a trabajar día y noche, sin interrupciones.

De hecho, tomar descansos durante el trabajo aumenta la productividad porque nos reaprovisiona del combustible necesario para continuar. Le permite a nuestros cerebros recargar, incluso si descansamos por tan solo 60 segundos. Presionarnos a nosotros mismos sin darnos tiempo de descanso estresa nuestro cerebro, dificultándonos permanecer en la tarea o permanecer atentos a lo que estamos haciendo. A pesar de lo que  creemos, no tenemos recursos cognitivos infinitos.

Es de especial importancia tomar descansos si a uno le pagan por a ser creativo e innovador. Nuestro cerebro necesita estar descansado para que emerjan las nuevas ideas. Forzarse a permanecer concentrado en una tarea durante horas y horas pone demasiado estrés en el cerebro como para mantener este autocontrol. Además, un descanso te ayudará a reevaluar los objetivos para asegurarte de que estas logrando las cosas correctas o que lo estás haciendo de la manera correcta.

¿Cómo puedes revitalizarte? Toma descansos cortos en el trabajo, como dejar tu escritorio y levantarte para caminar o para ir a almorzar con amigos o toma descansos más largos en los que quizás puedas hacer una caminata, desenchufarte de la tecnología o tomar una restauradora siesta. No significa simplemente cambiar una de las tareas relacionadas con el trabajo por otra porque esto no relaja al cerebro.

En su lugar de eso, sustitúyelas por actividades restaurativas como escuchar música, disfrutar de la naturaleza, meditar, participar en interacciones sociales, soñar despierto, llamar a tus hijos o la pareja, la lectura de un libro divertido, dibujar o hacer garabatos o ir a almorzar con amigos o colegas.

Recuerdo cuando hacía consultoría en una empresa donde muchos de los ejecutivos llevaban novelas y leían  durante el almuerzo. Me dijeron que eso los relajaba y les daba la oportunidad de escapar brevemente de las tensiones del trabajo. También dijeron que volvían  a sus trabajos listos para enfocarse.

Trata de dar alejarte del trabajo cada 90 minutos, más o menos. Establece el tiempo si eso te ayuda. El adoptar una rutina, te empuja a ser más productivo y enfocado. Si no quieres empezar con tantos descansos, entonces planea al menos dos descansos de 15 minutos al día. No es tan óptimo como un descanso cada 90 minutos, pero es mejor que no descansar en absoluto.

La hora del almuerzo es un momento importante en el que sería para tu beneficio levantarte y dejar tu escritorio, ya sea para hacer ejercicio, disfrutar de la comida con amigos o participar en algún pasatiempo. Hacer algo que es divertido y te hace sentir bien contigo mismo es la clave. Permanecer en tu escritorio mientras comes no le ayuda a tu cerebro a renovarse.

De la misma manera que dormir lo suficiente es esencial para la buena salud, así también lo es tomar un descanso. Tu  fisioterapeuta estará de acuerdo porque muchos de nosotros mantenemos mucha tensión interior y lo experimentamos como dolor de cuello y de hombro. Tomar descansos y estirarnos más frecuentemente ayudará a aliviar estos dolores.

Es hora de practicar lo que predico, me voy a tomar un descanso para estirarme un poco.

Joyce E. A. Russell es decana asociada en la escuela de negocios Robert H. Smith y el director del programa de desarrollo liderazgo y Coaching Ejecutivo.

Joyce E. A. Russell es decana asociada en Robert H. Smith School of Business y directora de Executive Coaching and Leadership Development Program.

 

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