Terapia acuática para niños con parálisis cerebral

Terapia acuática.

Se trata de una propuesta de intervención fisioterapéutica a través de la terapia acuática para el entrenamiento de la capacidad aeróbica en niños con parálisis cerebral que se encuentren entre los 8 y 12 años.

Dicho programa fue diseñado por Nandy Fajardo López como trabajo de tesis de pregrado para optar al título de fisioterapeuta de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia, bajo la tutoría de la profesora Fabiola Moscoso Alvarado, del Departamento del Movimiento Corporal Humano de la misma Facultad.

Fajardo, quien actualmente trabaja como voluntaria en el British Columbia’s Children’s Hospital de Vancouver (Canadá), explica que la capacidad aeróbica ha sido considerada como la medida fisiológica más importante en el ser humano para pronosticar su rendimiento físico en actividades de larga duración y, en cierta forma, para conocer la funcionalidad de los distintos sistemas orgánicos involucrados en el transporte de oxígeno.

“Si se tiene en  cuenta que dicha capacidad permite llevar a cabo tareas diarias con vigor y permanecer en estado de alerta, sin fatiga excesiva y con energía suficiente para disfrutar actividades de tiempo libre y hacer frente a emergencias imprevistas, en el caso de los niños con parálisis cerebral es importante para evaluar su potencial en la vida cotidiana”, amplía.

La joven señala, además, que la parálisis cerebral tipo diplejía espástica genera cambios en la capacidad aeróbica, y se manifiesta como una alteración en la cual las extremidades inferiores son las más afectadas.

Del 70% de casos de parálisis cerebral espástica, la diplejía se presenta en un 24% de los casos, lo que indica su alta frecuencia.

Asimismo, los niños con diplejía espástica tienden a ser menos activos y más obesos que aquellos sin discapacidad, convirtiendo los riesgos de salud asociados a la inactividad física y al exceso de peso, en una seria preocupación en esta población.

“Además, su discapacidad puede ser una limitante para desenvolverse en actividades deportivas con las que probablemente podrían mejorar su calidad de vida y tener un proceso de integración social”, destaca Fajardo.

Se considera que el periodo comprendido entre los 8 y los 12 años es ideal para el entrenamiento de la capacidad aeróbica, ya que los niños experimentan un crecimiento rápido del corazón con respecto al tamaño corporal y, así mismo, tienen umbrales anaeróbicos más altos.

Por eso, para Nandy Fajardo López es importante que los  fisioterapeutas incluyan dicha capacidad en los procesos de rehabilitación como uno de sus objetivos.

Para lograrlo, la terapia acuática es una modalidad de tratamiento óptima, puesto que produce mayor seguridad de movimiento y respuestas fisiológicas favorables en el sistema cardiovascular.

La propuesta presentada por Fajardo se basa en la prescripción de ejercicio durante seis meses, para lo cual se tuvieron en cuenta los principios del entrenamiento y las variables intensidad, volumen y densidad, duración, frecuencia y temperatura del agua.

En cuanto a la duración y frecuencia, por ejemplo, la intervención plantea desarrollar tres sesiones semanales, cada una de 45 minutos, distribuidos entre calentamiento, trabajo aeróbico y vuelta a la calma.

 

 

 

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