Parece que ya las personas con el síndrome del autismo no son una carga para la sociedad. Dejaron de ser el problema para aspirar, y en muchos casos lograr, ser la solución. Por su inteligencia, desde hace algunos años, empresas como Microsoft, SAP, Apple, Intel, Cisco, Oracle y Qualcomm, han contratado profesionales con este trastorno que dificulta las aptitudes sociales y de comunicación. La demanda por estos profesionales sigue en aumento.
Muchas personas con autismo, trastorno que dificulta las aptitudes sociales y de comunicación, carecen de empleo, y las que sí trabajan a menudo cobran bajos salarios. Las entrevistas son difíciles porque muchos tienen dificultades para hacer contacto visual y son sensibles al ruido o la luz.
Un reportaje aparecido en la revista colombiana Dinero da a conocer que, sin embargo, algunos son excepcionales para realizar tareas repetitivas. Reconocen patrones de datos y detectan errores de programación en el software, algo muy útil para la industria tecnológica.
Ahora sí
Microsoft Corp., SAP SE, Freddie Mac y HP Australia han lanzado programas para contratar a personas con trastornos del espectro autista, también conocido como autismo. SAP pretende que para 2020 hasta un 1% de su plantilla, cerca de 650 personas, sean empleados con autismo, según José Velasco, el director de la iniciativa en EEUU.Quiso y pudo.
Un programador con autismo entrevistado por Bloomberg, David McNabb, se graduó en la universidad con un título en ciencias de la computación en 2001 pero no encontró empleo en su campo ni en ningún otro porque fracasaba entrevista tras entrevista.Esas reuniones con posibles empleadores “decididamente eran un gran obstáculo”, dijo McNabb, de 36 años, a quien le diagnosticaron autismo el año pasado.
“Yo no tenía lo que ellos buscaban en una persona o quizá no era el tipo de persona con quien querían trabajar”. Finalmente, McNabb inició su vida profesional hace unos cinco meses, cuando comenzó a trabajar desde su casa para Ultra Testing, una startup de dos años y medio de antigüedad que prueba software para las compañías.
El 80% del personal de Ultra tiene un trastorno del espectro autista o autismo. Al igual que McNabb, algunos autistas son excepcionales para realizar tareas repetitivas.Reconocen patrones de datos y detectan errores de programación en el software, algo muy útil para la industria tecnológica. “Sin duda, esto ha sido un muy buen cambio para mí, progresar, poder demostrar que puedo trabajar y aportar algo a un equipo”, señaló McNabb, que vive con su padre y la esposa de este en Flossmoor, Illinois.
Pasó muchos años ayudando a sus familiares a resolver problemas de computación, haciendo trabajo voluntario y estudiando los sistemas operativos y el software para ver cómo funcionan.
‘Verdaderamente inteligente’
El año pasado, un equipo de controladores de calidad de Ultra, que tiene su sede en Nueva York, se puso a trabajar para encontrar errores de programación para la empresa que patrocina los Webby Awards, que premian la excelencia en Internet.“Descubrieron de cinco a diez cosas más que nosotros. Estábamos asombrados”, dijo Steve Marchese, productor ejecutivo de Webby Media Group. “Esta es una forma verdaderamente inteligente de aprovechar las dotes que tienen las personas con autismo”.Las empresas también tienen un incentivo para contratar a personas con este trastorno porque las ayuda a cumplir con las normas del Departamento de Trabajo que entraron en vigencia el año pasado. Estas reglamentaciones exhortan a las compañías que reciben contratos federales a aumentar la contratación de personas con discapacidad hasta conformar el 7% de su personal.
La integración puede ser complicada. Para trabajar con adultos autistas a menudo hace falta reforzar la capacitación, adaptar los lugares de trabajo, adoptar nuevas capacidades de comunicación y aceptar métodos de trabajo no tradicionales. Los empleados deben adaptarse a los lugares de trabajo con sus ruidos y su disposición y a la interacción con sus colegas. Ambas partes deben conocer los salarios comparables para evitar la explotación.
Las empresas deben ser creativas al tratar con empleados con habilidades de comunicación no tradicionales. Los empleados de Ultra viven en doce estados y en general trabajan desde su casa. Semanalmente, responden una encuesta anónima de cinco preguntas sobre su grado de satisfacción y bienestar. Ultra adapta sus procesos por lo menos una vez por trimestre para maximizar la satisfacción en el empleo.
