Al atravesar por situaciones difíciles solemos caer en estados de tristeza, de depresión, de ansiedad y estrés. Nos quejamos con cualquier persona que se nos cruza en el camino. Y estas emociones son nocivas para nuestro cuerpo y alma, no sirven para resolver nada. Solo nos restan energía y nos desenfocan de nuestros objetivos; es decir, nos hacen perder el tiempo terriblemente.

• Existe una filosofía de vida muy interesante y útil para estos casos. Se trata de ver todo lo que nos sucede como una enseñanza. Si consideramos a la existencia humana como una escuela resultará sencillo mantener la tranquilidad ante las adversidades, porque en todo ello descubriremos una oportunidad para aprender. El cambio de actitud es esencial para enfrentarnos a la vida, y funciona como un escudo protector que nos fortalece ante cada evento.
• Conozco el caso de un joven que estaba deprimido porque hacía mucho tiempo que estaba solo. Su mayor anhelo era encontrar el amor y formar un hogar. Cansado de esperar y de quejarse comenzó a buscar una casa para acondicionarla, pensando en su futura familia. Eso le sirvió para salirse del problema, para aliviarse y activarse: se dio a la tarea de hacer algo en vez de estar esperando de forma impaciente. Empezó a disfrutar las cosas hermosas en su vida en lugar de concentrarse en lo que le hacía falta. El tiempo pasó y el día menos esperado conoció a la que hoy es su esposa. Otro ejemplo que nos lleva a la reflexión son las personas que realizan actos solidarios o fundan instituciones de caridad movidos por experiencias dolorosas propias o de seres queridos, ya sean accidentes o enfermedades.
• Este modo de ver la vida se aplica a cualquier cosa que nos suceda: problemas económicos, de salud o laborales. Enfocarnos en ver el vaso mitad lleno en vez de considerarlo mitad vacío nos ayuda a superar los diferentes problemas de la existencia. ¿Por qué? Porque al cambiar de actitud los pensamientos positivos se hacen presentes y comienzan a suceder tres cosas:

• 1.  Encontramos la solución al problema de forma rápida

• Una mente positiva se conecta con la intuición y con la creatividad, y encuentra en nuestro interior la respuesta que necesitábamos.

• 2.  Vemos lo bueno de lo malo

• A veces es difícil, pero se puede. Es un ejercicio que se vuelve más sencillo si lo hacemos a diario; por ejemplo, cuántas veces algún dolor físico nos impide ir al trabajo y eso, al mismo tiempo, nos permite pasar más tiempo con la familia.

• 3.  Damos el ejemplo

• Con una actitud cordial, una cara sonriente irradiamos armonía y nos convertimos en ejemplo para nuestros hijos y toda la sociedad; que los demás vean que somos agradecidos por lo que nos sucede y somos capaces de superar cualquier obstáculo.
• Por eso, si atravesamos por situaciones difíciles el desafío es levantarnos cada mañana y agradecer por lo bueno que tenemos. Esa actitud nos llevará a que nuestra vida sea diferente. Hoy muchas personas han comprobado que al hacer un cambio de actitud tienen gran parte del camino realizado; son personas saludables y contagian su alegría al resto. Nuestro mundo necesita una transformación ante tanto dolor. Y eso es posible si uno por uno nos damos a la tarea de convertirnos en mejores personas.
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Etiquetas Ansiedad, Depresión