La Asociación de Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA) lanzó la 2ª edición de sus “Talleres Artísticos Inclusivos”, para niños y jóvenes con o sin discapacidad, amigos y familiares, que comenzaron a desarrollarse días atrás en Buenos Aires, se extienden hasta noviembre y finalizarán con una amplia muestra con fecha a confirmar.
La entidad generó esta actividad “con el objetivo de crear espacios de inclusión y colaboración), y se trata de talleres de Dibujo, Pintura, Fotografía y Cine Expandido, que serán dictados y apadrinados por artistas reconocidos por su obra y trayectoria pedagógica; y están destinados a niños y jóvenes con o sin síndrome de Down, familiares y amigos.
Los talleres se dictan en la sede de la institución, Uriarte 2011, en el barrio de Palermo, en la CABA, entre las 17.30 y las 19.30, y la inscripción es sin cargo.
“Las disciplinas se seleccionaron porque apuestan a crear espacios de inclusión a través de la expresión artística. Los docentes fueron convocados en base a su experiencia en el campo de la docencia. El año pasado se integraron muy bien a la propuesta, ayudando con la producción de la muestra inclusive”, repasa Lorena Alfonso, productora artística de los “Talleres Artísticos Inclusivos”.
La primera edición, desarrollada durante 2016, fue declarada de interés cultural por el Régimen de Promoción Cultural de la Ciudad de Buenos Aires a través de la Ley de Mecenazgo, que brindó su apoyo.
Pedro Crespi, Director de ASDRA, explica: “Estos talleres nacieron con la intención de generar, desde el arte, un espacio creativo para que chicos, adolescentes y jóvenes con y sin discapacidad intelectual tengan la posibilidad de conocerse y enriquecerse en un contexto de diversidad” e invita a “vivir algo más importante que realizar un taller. Los invitamos a vivir una experiencia que deja huellas y humaniza”.
En tanto, Lorena Alfonso destaca que “las edades varían: en el taller de Fotografía son más grandes porque la inscripción es de 12 años para delantepor una cuestión práctica de usar la cámara, en Pintura y Dibujo es más amplia, llegando a sumarse desde niños pequeños a adultos”.
Explica con respecto a la actividad de los allegados que “los familiares y amigos muchas veces se quedan en las clases y otras deciden dejar que los jóvenes se desenvuelvan por sí solos” y comenta que “en la primera clase de fotografía de este año fue notable la diferencia con respecto al año pasado en jóvenes que ya habían participado, están más sueltos, conversan y participan mucho más”
En cuanto a la disciplina que generó más interés, Alfonso destaca que “creo que Fotografía porque actualmente es una disciplina a la que hoy todos tenemos acceso, desde los dispositivos móviles hasta las cámaras digitales. Y poder fotografiar a sus compañeros y compartir esa experiencia genera mucha expectativa. Pintura y dibujo al ser más tradicionales convocan de por sí”.
En relación al tipo de integración que se da entre los participantes, Lorena explica que “varía con los ejercicios. En las clases de Dibujo y Fotografía son más dinámicos por lo que la integración es más fluida pero en general se consultan sobre los ejercicios y se muestran lo que están haciendo, desde dibujos, pintura y fotografías”.
Lorena amplía, con respecto a su vinculación con la iniciativa, que “mi formación profesional se dio en el ambiente artístico por haber trabajado nueve años en una galería de arte, lo cual me permitió conocer las múltiples actividades que realizan los artistas (desde muestras hasta su formación como docentes en diferentes ámbitos) y cómo pensar diferentes tipos de muestras dependiendo del público al que está dirigida”.
Detalla que “cuando me convocaron de ASDRA para armar los Talleres Artísticos, como gestora cultural fue un desafío porque implicaba convocar a artistas que ya hayan desarrollado una labor pedagógica y a referentes culturales que puedan sumarse a la propuesta como padrinos o madrinas y compartan sus experiencias con un público que no está acostumbrado a esos diálogos, lo cual implica una apertura a lo diferente y una sorpresa ante lo que pueda surgir en la dinámica de las clases”.
La ASDRA es una asociación civil sin fines de lucro que fue fundada por un grupo de padres de personas con Síndrome de Down en 1988.
