Soy mamá de una hermosa niña

Su nombre es Camila, tiene 10 años y es autista.

Durante mi embarazo y en el parto nunca tuve ninguna complicación, pero a los 2 meses de nacida me enferme de la garganta muy fuerte y la contagie. El virus fue muy fuerte que a partir de ese momento se enfermaba con mucha frecuencia. Todo iba bien en su desarrollo pero a los 8 meses de edad, se le reventó su oído derecho originando Autitis Media. En su momento se le llevo al medico y se le suministraron los medicamentos preindicados. Camila camino hasta el año 8 meses lo que fue el primer indicio de que algo andaba mal. La llevamos a una evaluación y nos comentaron que todo estaba bien que solo tenia falta de atención.

 

Siguió pasando el tiempo y con 3 años de edad Camila decía muy pocas palabras “mamá”, “sopa”, “leche”, por lo que la llevamos con un Neurólogo Pediatra, nuevamente nos comentaron que no pasaba nada anormal que el retrasó en el caminar y en el habla era debido a la Autitis. Nos sugirieron inscribirla al Kínder y comenzar con terapias de lenguaje con una Foniatra, durante 6 meses lleve a Cami a las terapias pero no se observaba ningún avance. Las terapias eran a las 7:00 PM y lo que menos quería Camila era trabajar ya tenia sueño.

 

Inscribí a Camila en un Kínder particular que contaba con atención para niños con problemas del habla, ahí permaneció año y medio, Cami casi no convivía con los niños y les pegaba, todos pensábamos que era un medio de comunicación, un día se presento un problema en la escuela con una mamá de un compañerito y fueron muy crueles con mi hija, ella presencio todo el problema, eso no me pareció correcto y tome la decisión de sacarla de esa escuela.

 

Encontré una escuelita llamada PAIDOS SISTEMAS donde me ponían como condición para admitirla el diagnostico del Neurólogo para saber a que se estaban enfrentando, se llevo a la revisión y el diagnostico fue retrasó en el desarrollo, la medicaron y tenía que estarla llevando a revisión cada 6 meses, así fue y como a la tercera revisión en los comentarios del Neurólogo, observe que decía que había rasgos Autistas en mi hija, en ese momento no comprendimos que significaba, en PAIDOS Cami permaneció año y medio y encontramos otra escuela CAPE donde tenían un programa para lograr que los niños se valieran por sí mismos, era precisamente lo que yo buscaba, aunque yo sabía que había algo diferente en Cami, tal vez yo no quería aceptarlo.

 

En CAPE me decía la Directora que no tratara de saber el nombre de la discapacidad de Cami que solo hiciera lo que ella me decía, empecé a investigar acerca del Autismo lo que me afecto mucho, sentí que el mundo se me derrumbaba y no podía aceptar que mi hija tuviera eso.

 

Busque otra opinión medica y el Neurólogo nos descarto el AUTISMO, eso me dio un respiro y quise aferrarme a esa nueva opinión, el Neurólogo dijo que se empezará con Terapias del Desarrollo y de Lenguaje, también me entere a cerca de los beneficios de la Equino-Terapia en niños con problemas de Lenguaje, por lo que también la llevábamos los fines de semana.

 

El Método de CAPE me gustaba mucho y en un principio vi buenos resultados, Cami comenzaba a tener contacto con los niños y de hecho en esa escuela también era Kínder, la Directora comenzó una especialidad y descuido la escuela, por lo que ya no había tanta supervisión y después de un año comenzaron a pellizcar entre sus piernitas a mi niña, la entregaban en la salida orinada o sucia, decidimos regresar a Cami a PAIDOS.

 

A los 5 años le dio a una crisis de ausencia (Epilepsia), Yo fui quien presencio el episodio y me puse muy mal, no sabía que pasaba, contacte al Neurólogo y no estaba en México por lo que consulte a otro ya que Cami permaneció en cama 15 días sin querer hacer nada, ni levantarse, debido a la Epilepsia, el nuevo Neurólogo desde que vio a Cami nos dijo que efectivamente era AUTISTA que era incurable y que solo se podía lograr que fuera funcional mediante una serie de terapias, al salir del medico yo estaba en SHOCK no sabia que hacer, ni siquiera podía llorar para NO angustiar a mis padres y a mis hijas, me reprimí y comencé a investigar sobre Autismo, a pesar del inmenso dolor que esto me causaba como madre, fui la primera en aceptarlo y dentro de lo que investigaba, encontré la opción de alimentarla sin gluten, ni caseína, eso me ha dado muy buenos resultados, Cami tiene más atención, también la seguimos llevando a Equino-Terapia y a sus terapias de estimulación, sus logros son pocos pero se los festejo mucho.

 

Realmente hasta ahora NO se si mi hija tiene un talento, solo sé, que le encanta ojear su cuaderno de trabajo para enseñarnos lo que realiza en la escuela, también le encanta bailar.

 

Puedo decir hoy en día aunque con lagrimas en mis ojos que me siento muy orgullosa e ser mamá de Camila y que la veo como una gran bendición que Dios me envió para que tuviera la fortaleza para sobrellevar las pruebas que él me ha puesto en mi camino, ese angelito y mi otra hija son el motor de cada día que me hace salir adelante, le doy gracias a Dios por habérmela mandado aunque es muy cierto que me duele en el alma y siempre me dolerá saber que no es como los demás niños, aunque sé que es FELIZ, tiene una hermosa sonrisa, no se si algún día yo pueda escuchar de mi hija un “mami te amo” pero sé que si lo siente, ya que me lo dice de otra forma, con sus abrazos y su sonrisa.

 

La preocupación que me embarga todos lo días y me angustia, es que será de mi hija cuando yo ya no este, quien cuidara de ella y si estará bien.

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