¿Qué pasa en México con los invidentes?

Hablar hoy de Mundo de las personas ciegas o débiles visuales, es una buena oportunidad para ponernos a pensar qué hacemos como sociedad para hacerles la vida un poquito más sencilla.
Supongo que todos creemos que ser invidente es algo súper complicado, y la verdad, no creo que estemos tan equivocados.

Los casi 500 mil mexicanos con esta discapacidad tienen que buscar la manera de hacer su vida sin luz, y desgraciadamente, también tienen que aprender a soportar discriminación y algunos malos tratos al caminar por la calle o buscar trabajo.

Las oportunidades de los invidentes pueden ser tan reducidas que sólo tres de cada cien llegan a niveles superiores de educación, u obtienen un posgrado. Asimismo, según estadísticas del Comité Internacional Pro Ciegos, sólo 13 de cada 200 alumnos consiguen un buen empleo.

En México existen algunas instituciones sin fines de lucro que tienen el objetivo de rehabilitar a las personas débiles visualmente, con el objetivo de que éstas puedan actuar con independencia. Una de ellas es el Comité Internacional Pro Ciegos IAP que se encarga de ayudar a los invidentes para terminar la primaria, secundaria y preparatoria.

De igual forma, existe el Centro de Estudios para invidentes, que se ha encargado de traducir al lenguaje braille diferentes materiales educativos. Lo interesante de esto es que los libros se pueden solicitar por Internet y el Centro se encarga de enviar la copia correspondiente.

Y por su parte, la Escuela de Cómputo del Instituto Politécnico Nacional, también ha puesto su granito de arena para ayudar a personas con esta discapacidad creando un sistema para convertir archivos de texto a braille.

Pero a pesar de todos los obstáculos que se puedan presentar, existen testimonios de invidentes que han logrado sobresalir contra todos los pronósticos. Vale la pena que revisen este texto de Carlos Arriola, un hombre que perdió la vista debido a la diabetes pero que logró obtener el grado de Maestro en Ciencias en Ingeniería de Sistemas.

También son un ejemplo las deportistas sonorenses Lizeth Aguiar y Blanca Lucía Jonapá quienes lograron clasificar al Mundial de Ciegos y débiles visuales que está por celebrarse en Colorado Springs, California.

Ejemplos hay muchos, y puede haber muchos más si como sociedad contribuimos a que los espacios sean para todos, y no sólo para los que podemos ver.

Por el momento, en la delegación Benito Juárez de la Ciudad de México comerciantes invidentes pelean para que las autoridades correspondientes permitan que continúen trabajando con sus puestos ambulantes. Este caso está ligado a la Asociación Nacional de Invidentes Comerciantes, la cual, organiza a todos los ciegos que recorren los vagones del metro vendiendo diferente mercancía.

Y aunque en México ahí vamos trabajando para que se respete el espacio de estas personas, es países como Estados Unidos o Alemania cada vez son más las actividades que se adaptan a los invidentes.

Invidente

Por ejemplo, en Estados Unidos se ha creado el béisbol para ciegos. La diferencia con un partido “normal” es que el público no puede echar porras, ya que esto evitaría que los jugadores escucharan el timbre de la pelota y las vibraciones de las bases que indican hacia donde correr.

Y en la ciudad de Dusseldorf en Alemania, existe la cerveza para ciegos. Lo que tiene de diferente esta bebida es la etiqueta escrita en braille, con lo que los invidentes pueden leer los ingredientes y saber exactamente qué están tomando.

Por nuestra parte, podemos enorgullecernos ampliamente de tener el teatro para ciegos. La compañía teatral Carlos Ancira, bajo la dirección de Pablo Moreno Viveros presenta “La Casa de los deseos”, una obra que estimula todos los sentidos, excepto la vista.

Esta obra está dirigida para personas invidentes ya que se disfruta con el resto de los sentidos: gusto, tacto, olfato y oído. Esta obra tiene cerca de 1000 representaciones debido a su excelente planeación.

Si tienen interés en asistir a alguna de las funciones se puede, sólo que tendrán que vendar sus ojos para que puedan realmente disfrutar la obra.

Finalmente, les dejo estas recomendaciones del Comité Internacional Pro Ciegos IAP sobre cómo se debe tratar a un ciego:
En primer lugar, se le debe tratar normalmente.
Es importante que él note nuestra presencia, por lo que hay que hablarle de frente para que sepa en donde estamos ubicados.
Ellos sentirán nuestro saludo más cordial si los tomamos de la mano.
Si lo vamos a ayudar a trasladarse, lo mejor es ofrecer nuestro brazo, no tomar el suyo.
Debemos olvidarnos del lenguaje corporal, hay que “decir con palabras” todos nuestros gestos y movimientos.
Súper importante no molestarnos si se rehúsa a aceptar nuestra ayuda, si reaccionamos violentamente es posible que ellos decidan alejarse más de las personas.
Siempre que nos vayamos a retirar debemos hacérselo saber en voz alta e indicarle en dónde está parado y que objetos hay a su alrededor.
Lo importante es que se sienta en confianza y que note que para nosotros él es una persona, como cualquier otra.

Después de leer esto, creo que todos debemos preguntarnos cuál es nuestra contribución para hacer de este mundo un lugar habitable para los invidentes.

¿Alguien tiene un familiar o un amigo invidente?, ¿cómo es su vida?, ¿qué hace para ayudarlo? ¿Qué hace falta para que nuestra sociedad acepte por completo a la gente ciega?, ¿qué deben hacer las autoridades y qué debemos hacer como sociedad?
Por: Katia D’Artigues Beauregard
Fuente: Prociegos.com

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