Premio a la voz del autismo

Autismo

Para Marita Bernal las adversidades toman forma de retos que intenta sobrellevar con la ayuda de sus seres queridos y una insaciable búsqueda de conocimiento. El motor de sus actividades: Fernando Corredor, su hijo, quien fue diagnosticado con autismo a los dos años. Con el propósito de mejorar la calidad de vida de todos los que padecen de la misma enfermedad, Bernal, de origen peruano, se encargó de la misión de forjar nuevas metodologías que impacten positivamente al desarrollo intelectual y social de Fernando.

Recientemente, Bernal obtuvo el premio ‘Orgullo Peruano’ en una ceremonia que honró a peruanos radicados en el extranjero y que ejercen una labor notable en diferentes rubros.

Bernal lleva más de una década promoviendo el desarrollo de terapias alternativas para tratar el autismo en el área de la Bahía de Tampa. El arte en la vida de Bernal ha sido fundamental para realizarse como profesional y a la vez crear nuevas técnicas que desafíen la capacidad de alcance de las madres con hijos con autismo.

En Lima, Bernal estudió diseño de modas y en Bogotá se dedicó a la pintura y escultura. Tras emprender una travesía por Colombia, Perú y Estados Unidos, experiencia que la ayudó a evaluar todos los recursos disponibles, inventó un método alternativo debido a los escasos recursos que facilita el progreso de niños autistas.

Según la Asociación Americana de Autismo, la enfermedad corresponde a un desorden neurológico que afecta el desarrollo verbal, social y comunicativo del individuo. De acuerdo con la entidad, uno de cada 68 niños padece del trastorno neurológico en EEUU. CENTRO Tampa conversó con la peruana sobre el autismo, el arte y sus proyectos:

CENTRO Tampa: Su hijo Fernando es ‘el motor de su vida’, ¿qué es lo más desafiante de ser madre de un hijo con autismo?

Marita Bernal: Ha sido un reto difícil pero enriquecedor. Empecé con un psicoanálisis personal para aceptar la situación y aceptarme a mí misma. Mi periodo de duelo duró tres años, y poco después comencé a trabajar ininterrumpidamente para lograr sacar adelante a mi hijo. El desafío más grande es aceptar la situación y buscar alternativas para superarla. Es necesario enfrentar con calma los obstáculos que uno, como madre, tiene que encarar. La clave es la paciencia.

CT: ¿Cómo surgió la idea de combinar el arte y la terapia para la enfermedad?

MB: La pintura, escultura y el diseño son parte de mí. En Colombia aprendí mucho de mi maestro Armando Villegas y con él fui conociendo la importancia de los colores, formas e imágenes. Mi meta fue desarrollar una manera de comunicación con Fernando, necesitaba ese puente de conexión con mi hijo. Reconstruí las vías comunicativas a través de mi método de artes expresivas como vehículos de sanación.

CT: ¿Qué considera más importante para poder lograr buenos resultados con los pacientes que siguen este tipo de terapia?

MB: Lo más importante es poder seguir los pasos del tratamiento y perseverar. Yo trato de generar que el individuo sintonice los colores, forme conciencia de los sentidos, desarrolle su capacidad jugando con el cuerpo, imagine y use las formas geométricas. Estos pasos son sumamente importantes para alcanzar el éxito.

CT: ¿Qué opciones encontró en Sudamérica y EEUU en cuanto al tratamiento para el autismo?

MB: Lamentablemente tanto en Perú, Colombia y EEUU no he podido encontrar el apoyo necesario que requiere este tipo de condición. Los tratamientos son escasos y no lo suficientemente exitosos para lograr una mejoría a largo en plazo en la vida de los que padecen de autismo. Por eso, me vi obligada a crear mis propias rutas de curación. CT: El premio Orgullo Peruano destaca el desempeño de peruanos radicados en el exterior, ¿Cómo se animó a postular al concurso del 2015?

MB: Llegué gracias a Irina Herrera, amiga y chef con la que estamos trabajando en un recetario de comida que combina sus recetas y la poesía de Fernando. Irina me sugirió presentarme y entonces llené el formulario sin pensar que obtendría este premio que atesoro con mucha humildad y alegría. Este reconocimiento significa que, como portavoz del autismo, debo seguir adelante para alcanzar las metas y los tratamientos adecuados para los que tienen esta condición.

CT: ¿Cómo se desarrolló la vocación literaria de su hijo Fernando?

MB: Mi hijo siempre tuvo una fuerte inclinación por las letras y el arte en general desde muy pequeño. Su vocación es innata. Vive en un mundo lleno de poesía, su libro “Continúo meditando en mi mundo desierto” ha sido presentado en la Feria del Libro en Bogotá y Lima. Su capacidad creativa no tiene límites. Es necesario ejercitar sus habilidades para que puedan manifestarse. Por eso, es importante que la gente se informe sobre lo que se debe y puede hacer con personas autistas.

CT: ¿Cuáles son los proyectos a futuro?

MB: Fernando y yo estamos trabajando en un proyecto que pertenece al ‘movimiento neo ancestral’ donde utilizamos títeres para contar la prehistoria. Mi hijo está estudiando la historia de Caral, calificada como la civilización más antigua de América, para poder montar una obra práctica que cuente la historia. Estoy también trabajando en formular peticiones formales dirigidas a la ONU para promover conciencia sobre el autismo y vías de sanación asequibles, con la ayuda de gente que apoya la causa. Nos queda mucho por hacer cuando se trata de autismo, faltan manos para lograr todo lo que se necesita.

Para más información sobre la terapia alternativa de autismo escriba a soytuestrella@hotmail.com

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