La encefalopatía perinatal anóxico – izquémica es un mal frecuente en nuestro medio, que podría reducirse mucho si la mujer es vigilada médicamente durante el embarazo y parto; y sobre todo si el alumbramiento se produce en medio hospitalario y con todos los cuidados necesarios. En síntesis, es el daño neurológico más o menos severo que puede ser causado por cualquier distocia o problema en relación con un parto laborioso, largo, o por cualquier motivo que haga necesarias maniobras de reanimación respiratoria fetal.
El cuadro clínico inmediato:
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Niño deprimido.
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Anormalmente somnoliento.
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Con hipotonía muscular.
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Irregularidades periódicas de la respiración.
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Convulsiones.
Secuelas Neurológicas:
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Retraso madurativo mental, motriz y del lenguaje.
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Trastornos posturales (Ej: Escoliosis).
Secuelas motoras:
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Hemiplejía, Cuadriplejía, Paraplejía, Espasticidad, Distonías, Ataxias, etc.
Tratamiento
Sin dudas, el tratamiento más efectivo y más económico es la profiláxis, o sea una correcta prevención que se inicia desde el comienzo del embarazo con periódicos controles médicos y que sigue durante todo el período perinatal (antes, durante y después), lo que posibilita el diagnóstico y solución oportuna de todas las situaciones de riesgo capaces de provocar daño neurológico (Izquemia y/o Hipofonía).
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