Fue el único de toda la clase al que no invitaron a la fiesta de cumpleaños, por una sola razón, su discapacidad. Cuando su madre, la canadiense Jennifer Kiss-Engele se enteró, decidió escribir una carta abierta en Facebook dirigida a aquellos padres que pensaron que era correcto invitar a todos los compañeros menos a su hijo con Síndrome de Down.
Las palabras de esta madre dolorida, se han convertido en apenas un día en un fenómeno viral en las redes sociales. En su carta, defiende a su hijo Sawyer, el pequeño de ocho años al que uno de sus compañeros de clase no ha querido invitar a su fiesta de cumpleaños.
“Has invitado a los 22 niños de clase excepto a mi hijo. Sé que no es porque sea malo, no podría conocer a un niño más feliz. También sé que no es porque no sea divertido, él tiene un gran sentido del humor y una risa contagiosa”. Así comienza la carta de la canadiense, que sin mostrar rencor, pregunta a los padres del compañero de su hijo qué fue lo que les hizo no invitar a su hijo a la fiesta de cumpleaños.
“Tampoco es porque nuestros hijos no se lleven bien. La única razón por la que has decidido que estaba bien no invitar a mi hijo a la fiesta del tuyo es porque tiene Síndrome de Down”, continúa la madre de Sawyer.
Jennifer lamenta que hayan discriminado a su hijo por una enfermedad que no le hace ser mejor ni peor, y recuerda a los padres que, a pesar de su discapacidad, su hijo también es una persona: “Aunque vea que tiene Síndrome de Down no quiere decir que no quiera tener amigos. Esto no quiere decir que no tenga sentimientos. Esto no quiere decir que no le guste ir a fiestas de cumpleaños. Las personas con Síndrome de Down quieren las mismas cosas que tú y que yo. Quieren tener relaciones cercanas, quieren sentir el amor, quieren contribuir, quieren tener una vida significativa y quieren ir a fiestas de cumpleaños”.
“Sé que puede ser difícil enseñar algo a nuestros hijos cuando ni si quiera lo entendemos nosotros. Yo también lucho con esto. Pero esta es una buena oportunidad y una lección de vida para compartir con tu hijo”, continúa.
“Por favor sepa que estoy aquí para hablar de lo que quiera. Reconozco que todos cometemos errores y, al final del día, seguro que los dos lo podríamos haber hecho mejor”, concluye la madre.
