NEW AGE ó NUEVA ERA (Parte II)

Historia

Algunos seguidores de la Nueva Era afirman que sus creencias derivan tanto de tradiciones religiosas y filosóficas judeocristianas o de Oriente Medio, como el ocultismo, y otras orientales, como el hinduismo y el budismo. La Sociedad Teosófica de mediados del siglo XIX, o la obra de Alice Bailey, exponían principios que pueden considerarse como precedentes de algunas de las ideas actuales de la Nueva Era:

  • Aproximaciones gnósticas a las materias espirituales.
  • Lecturas espirituales y canalizaciones mediúmnicas.
  • Clarividencia moderna.
  • Mesmerismo.
  • Creencia en poderes curativos de ciertos metales y cristales.
  • Utilización de la oración y la meditación como caminos hacia la iluminación.
  • Yoga

A lo largo del tiempo ha cambiado el grado de aceptación en la sociedad de estos credos y prácticas.

En sus inicios, el movimiento de la Nueva Era emergió como una coalición desorganizada, resultado del movimiento contracultural antibélico de los años sesenta en Estados Unidos y Europa y la espiritualidad hippie. En consonancia con el estilo alternativo de vida de los sesenta, los partidarios de la Nueva Era,  se sentían insatisfechos con las normas y creencias occidentales mayoritarias y ofrecieron nuevas interpretaciones de la ciencia, la historia y la religión judeo-cristiana.

Su vinculación con la rebelión juvenil puede ayudar a entender el enfoque de la Nueva Era, que enfatiza la elección individual en los asuntos religiosos; el papel de la intuición y la experiencia personal sobre la opinión de los expertos sancionada socialmente; y una definición de la realidad experimental, más que primariamente empírica.

Pensamiento

Los partidarios de la Nueva Era tienden a redefinir el vocabulario prestado por varios sistemas de creencias, incluyendo además términos tomados de la física cuántica y la psicología, lo que ha situado con frecuencia a la Nueva Era en el terreno de las pseudociencias.

Como los movimientos ocultistas de siglos pasados, muchos grupos que se identifican con los postulados de la Nueva Era,  tienden a utilizar una jerga particular, que resulta críptica a quienes no conocen la doctrina. El significado de un término en el ámbito de la Nueva Era suele diferir bastante del uso común, y se describe frecuentemente como «intencionadamente inaccesible». El lenguaje puede servir para escuchar que no se debe dar información en exceso al que presumiblemente no la entendería. Como ya se ha comentado antes, este comportamiento no es intrínseco de la filosofía básica de la Nueva Era.

Otros opinan que aunque en el pasado pudo haber necesidad de vocabulario intencionadamente inaccesible y secretismo por las persecuciones, inquisición, etc. actualmente, debido a la libertad de expresión, los conocimientos están accesibles a todos, seguidores o no, de cada movimiento, ideología o corriente. Por ejemplo, técnicas de yoga que fueron secretas o confidenciales durante milenios aparecen ahora descritas en numerosos libros escritos por yogis y no yogis, y naturalmente en Internet.

Entre la variedad de credos y prácticas, ciertos modos de pensamiento son recurrentes:

  • Los seguidores de la Nueva Era, pretenden buscar una aproximación relativista a la verdad, refiriéndose frecuentemente a la declaración védica de «una verdad, pero muchos caminos» que también se encuentra en la afirmación espiritual del budismo zen de «muchos caminos, una montaña». Esta creencia no es solo una aseveración de elección personal en los asuntos religiosos, sino también una aseveración de que la verdad misma se define por el individuo y su experiencia de ella.

La realidad es considerada de un modo experimental y subjetivo. No se pretende que muchos fenómenos sean repetibles en el sentido científico, ya que se presume que son aparentes solo para la mente receptora; por ejemplo, se afirma que una mente escéptica no puede lograr la telepatía, ya que está condicionada para cerrarse en banda al fenómeno.

  • Rechazo del cientificismo o la ciencia «ortodoxa»: Existe una visión típica basada en el misticismo (más que en la teoría y la experiencia) para describir y controlar el mundo externo. Por ejemplo, se cree que la lectura del tarot funciona debido al principio de interconectividad, en vez de ver el éxito (o fracaso) de dicha lectura como una evidencia del principio de la interconectividad. Las diversas teorías vitalistas de la salud y la enfermedad que sostienen los partidarios de la Nueva Era constituyen otros tantos ejemplos.

A diferencia del método científico, la falta de resultados de algunas prácticas para lograr la respuesta esperada no se considera como un fracaso de la teoría subyacente, sino que se atribuye a la interferencia de factores sutiles, difíciles de tener en cuenta y que aún se desconocen.

En este contexto de relativismo, se pueden encontrar varios conceptos comunes:

  • Fuerzas. Se afirma comúnmente que existen fuerzas o agentes sutiles, capaces de interaccionar y producir cambios sobre el mundo espiritual (en las emociones por ejemplo) y el mundo físico (haciendo que sucedan distintos fenómenos). Estas fuerzas serían agentes de cambio de la naturaleza, pero desconocidas por la ciencia; y se mantiene que operan siguiendo reglas como las fuerzas físicas. El concepto puede equipararse al tradicional de magia.
  • Poder. Si las fuerzas son agentes de cambio, el poder sería la acumulación de dichas fuerzas o la capacidad de producir cambios por medios paranormales, usualmente se le considera concentrado en un objeto, lugar o persona. Muchos creen transferible este poder mediante el contacto físico o la mera proximidad con fuentes de poder. Algunos creen que puede acumularse o agotarse en una persona u objeto mediante una variedad de mecanismos, así como el modo de vida y la proclividad a prácticas esotéricas que «gastan» o «recuperan» el poder. Se sostiene que este poder es observable por ciertos individuos dotados en forma de «auras» o energía; y cuando se encuentra en gran concentración, hay quienes creen que puede ser peligroso.
  • Espíritu: la creencia en una entidad sutil y trascendente en los seres conscientes de sí, es compartida en todas las vertientes de la New Age.
  • Un cosmos interconectado. La idea de que los entes están unidos a un nivel fundamental, y que tal unión se manifiesta en ocasiones bajo la forma de sincronismos o milagros, es también recurrente.

De forma adicional, muchas prácticas y creencias del ámbito de la Nueva Era recurren a lo que puede ser calificado de pensamiento mágico, tal como lo define Frazer en su monumental obra The golden bough (La rama dorada). Ejemplos comunes son el principio de que los objetos una vez que entran en contacto, mantienen un enlace práctico, o que los objetos que tienen propiedades similares ejercen efectos unos sobre otros.

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