Meditación

La meditación se caracteriza normalmente por tener algunos de estos rasgos:

 

* Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente

 

* Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos

 

* Una concentración en la cual la atención es liberada de su actividad común y es focalizada en un ser supremo.

 

* Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por ejemplo la respiración o la recitación de palabras constante.

 

La meditación no solo puede tener propósitos religiosos sino estar también enfocada en el mantenimiento de la salud física o mental, e incluso puede tener propósitos de conexión cósmica para encontrar respuestas a preguntas universales que a lo largo de la Historia el ser humano ha tenido. Existe una amplia variedad de guías y enseñanzas para la meditación, que van desde las que se presentan en las religiones hasta las terapéuticas, pasando por las ideologías propias de ciertos individuos. Estudios científicos han demostrado que algunas técnicas de meditación pueden ayudar a mejorar la concentración, la memoria y mejorar el sistema inmunitario y la salud en general.

 

Seguiremos tomando como referencia el libro de “Cromoterapia – La salud por los colores”, de Luis Rutiaga.

 

COMO MEDITAR?

 

Podemos meditar en muy diversos lugares y con la ropa de todos los días, pero si queremos aprovechar los beneficios de la meditación, se requiere algo más, la constancia hace al éxito, meditemos todos los días, dependiendo del horario que más se nos acomode, pero lo más importante es que si vamos a dedicarle tiempo que sea al 100% sin ningún tipo de distractor, buscar que nuestro entorno sea adecuado para esta actividad.

 

Meditemos en un lugar tranquilo, sin interrupciones, la postura es un mito que tiene que ser en flor de loto, puede ser la que nos resulte más cómoda.

 

Los siguientes ejercicios nos ayudaran a distender los músculos en tensión:

 

* Dejemos caer la cabeza ligeramente hacia adelante, sobre el pecho. Inspiremos y espiremos profundamente tres veces y volvamos a la posición original.

 

* Echemos la cabeza ligeramente hacia atrás, inspiremos y espiremos profundamente tres veces y volvamos a la posición original.

 

* Inclinemos la cabeza hacia la izquierda, inspiremos y espiremos profundamente tres veces y volvamos a la posición original.

 

* Inclinemos la cabeza hacia la derecha, inspiremos y espiremos profundamente tres veces y volvamos a la posición original.

 

* Dejemos caer la cabeza hacia adelante, después movámosla en círculo en el sentido contrario al de las manecillas del reloj tres veces.

 

* Repitamos este último ejercicio moviendo la cabeza tres veces en el sentido de las manecillas del reloj y volvamos a la posición inicial.

 

* Inspiremos por la nariz con varias inhalaciones cortas y secas, hasta que nuestros pulmones se llenen de aire. Retengámoslo un instante y después, exhalemos súbitamente por la boca con un sonido de respiración, hagámoslo tres veces.

 

* Inspiremos lentamente por el conducto derecho de la nariz, retengámoslo un instante, exhalemos el aire lentamente por la boca. Este ejercicio hace salir del fondo de los pulmones todo el aire. Hagámoslo tres veces.

 

* Repitamos este último ejercicio inspirando tres veces por el conducto nasal izquierdo y espirando por el derecho, de igual manera hagámoslo tres veces.

 

Ahora con el cuerpo completamente relajado y respirando normalmente, concentrémonos hasta que podamos imaginar todo nuestro cuerpo dentro de una esfera de luz blanca.

 

Tratemos de sentir como esta energía luminosa carga todo nuestro cuerpo. Después de unos instantes, veamos como la luz se vuelve roja gradualmente. Mientras se vuelve roja, veámosla dirigirse hacia el primer chakra. Mientras continuamos respirando profundamente, veamos como la luz roja fluye iniciando “el despertar del Kundalini” (En el marco del hinduismo, la kundalinī es una energía invisible e inmedible representada por una serpiente (o a veces por un dragón), se dice que al despertar esta serpiente, el yogui controla la vida y la muerte).

 

Cuando creamos haber absorbido toda la luz que podamos, veamos como regresa a la esfera de luz blanca.

 

Luego, dejemos que la luz blanca se vuelva naranja, en ese momento dirijámosla al segundo chakra. Una vez más, respiremos profundo, sintamos como esta luz sigue ascendiendo.

 

Continuemos de la misma manera, pasando por todos los chakras y haciendo entrar en cada uno de ellos sus colores respectivos. Finalicemos con la luz blanca que nos rodeaba al principio.

 

Si nos resulta difícil visualizar los distintos colores, coloquemos delante de nosotros una muestra de cada color. Podemos hacerlo recortando una cartulina, una tela de los colores y luego pegarlos sobre una cartulina negra, bastará con una simple mirada para recordar el color correspondiente.

 

Una vez realizado esto, entraremos en la meditación profunda y satisfactoria. Una de las primeras cosas que obtendremos será una paz interior y mental.

 

Al terminar la sesión, antes de volver a nuestro “estado normal” imaginémonos durante unos minutos rodeados por esa luz blanca.

(Visited 9 times, 1 visits today)

Etiquetas , , ,