Un buen día empiezas a perder capacidad visual y te das cuenta de que estás oxidado, que tus ojos ya no son lo que eran. Lo achacamos a la edad, pero no es el paso del tiempo el único culpable: la alimentación deficiente y el tabaquismo suelen estar detrás de la herrumbre del telón sombrío que nos impide contemplar el maravilloso y luminoso teatro de la vida.
Rafael Barraquer, oftalmólogo de la Clínica Barraquer, nos aconseja que cuidemos nuestra vista con una alimentación sana y mediterránea, rica en vitamina A y en ácidos omega-3, para ver mejor incluso en la oscuridad, ya que hay muchas enfermedades, como las cataratas, la degeneración macular o el ojo seco, que están ligadas a la oxidación ocasionada por la vejez y los hábitos enfermizos.