Los 5 tipos de cáncer ginecológico que debes conocer

Descripción grafica del ovario.

Cuando hablamos de cáncer ginecológico nos referimos, en concreto, a 5 tipos de enfermedades asociadas al cuello uterino, a los ovarios, al útero, a la vagina y la vulva.

Cada año se diagnostica a miles de mujeres en todo el mundo con algún tipo de cáncer asociado a sus órganos reproductores y, si bien es cierto que día a día la medicina va a avanzando aportándonos mejores tratamientos, es sobre todo la prevención la que más vidas puede salvar.

Te animamos hoy desde nuestro espacio a que conozcas la siguienteinformación y a que no olvides nunca las revisiones periódicas con tu ginecólogo.

¿La razón? Hay muchas enfermedades que cursan sin síntomas, de ahí la importancia de pasar por estas pruebas que en su mayoría, son indoloras. ¡Vale la pena!

La concienciación sobre el cáncer ginecológico

La-salud-reproductiva-de-la-mujer

Nunca habrá forma de saber al 100% si vamos a sufrir o no en alguna ocasión un cáncer ginecológico. Si bien es cierto que el factor genético nos da cierta predisposición en muchas ocasiones, debemos ser conscientes de que cada persona es única y de que nadie más que nosotras mismas sabe cuando algo va bien y cuando algo está cambiando en nuestro cuerpo.

La prevención salva vidas y hace que los tratamientos sean en la mayoría de las ocasiones más efectivos. Así pues, no vale la pena confiarse. Aunque seas joven, aunque en tu familia no haya antecedentes, ante cualquier pequeña molestia, dolor abdominal o alteraciones en tu menstruación, no dudes en pedir cita con tu ginecólogo.

Incidir una vez más en que el cáncer ginecológico es uno de los campos que más ha evolucionado dentro de la oncología, tanto en el diagnóstico, como en los tratamientos médicos o quirúrgicos.

Así pues, no asocies de inmediato la palabra “cáncer” con “muerte”, sino con una enfermedad que hay que tratar. Considéralo como un problema que debe enfrentarse con valentía, entereza y mucho apoyo familiar.

Tipos de cáncer ginecológico

1. Cáncer de cuello uterino

Año tras año el cáncer de cuello uterino ha ido descendiendo gracias sobre todo al uso de los preservativos, a la citología cérvico-vaginal y a los test de detección para el virus del papiloma humano (VPH).

No obstante, tal y como podemos ver, el diagnóstico precoz es lo que nos puede ofrecer el éxito a la hora de tratar la enfermedad y el proceso tumoral.

Los síntomas serían los siguientes:

  • Sangrado fuera del periodo de la menstruación.
  • Flujo vaginal abundante y con pequeños rastros de sangre.
  • Sangrado después de las relaciones sexuales.
  • Dolor abdominal y molestias en la parte baja de la espalda.

Señalarte que estos síntomas pueden estar relacionados a su vez con otras enfermedades, como puede ser una infección. No obstante, ya deben ponernos en alerta para acudir al médico.

 

2. Cáncer de ovarios

Señales de cancer de ovarios

A pesar de que el cáncer de ovarios aparece sobre todo en mujeres de entre 50 y 70 años, tampoco podemos descuidarlo si somos más jóvenes, puesto que este tipo de enfermedad oncológica tienen una incidencia bastante elevada.

A día de hoy no se conocen las causas de este tipo de cáncer ginecológico. Los expertos nos dicen que puede deberse a factores hormonales, o reproductivos, a la dieta, al tabaco, al sobrepeso o incluso al uso de productos como el polvo de talco, puesto que el peso genético de esta enfermedad no está en unos valores muy destacables: entre el 10 y el 15%.

El cáncer de ovario por lo general produce pocos síntomas hasta que nos encontramos en una fase ya más avanzada. De ahí la importancia de las revisiones.

Los síntomas serían los siguientes:

  • Podemos sentir un ligero malestar en la parte inferior del abdomen, algo parecido a una indigestión.
  • Dolor en la pelvis.
  • Anemia y pérdida de peso.
  •  Falta de apetito, cansancio.
  • Aumento de vello corporal debido a la alteración de las hormonas.

3. Cáncer de útero

El cérvix o cuello uterino es la parte inferior del útero, que forma el canal que lleva a la vagina. Los problemas en este tipo de cáncer aparecen en una parte en concreto donde se une el ectrocérvix con el endocérvix y donde se pueden llegar a formar un tipo de carcinomas.

El cáncer de ovario tiene menos incidencia en mujeres que han tenido varios embarazos. No obstante, debemos saber además que este tipo de enfermedad tiene un componente genético muy elevado.

Un caso muy famoso es el de Angelina Jolie que, como ya sabes, optó por extirparse los ovarios y las trompas de Falopio debido a su alta predisposición genética al cáncer de ovario y de mama.

Los síntomas serían los siguientes:

  • Sangrar cuando no tenemos la menstruación
  • Fluido vaginal abundante y con sangre
  • Sangrar después de mantener relaciones sexuales

4. Cáncer de vagina

Aunque también tiene un componente genético importante, cabe señalar en primer lugar que el cáncer de vagina no es tan frecuente como los citados con anterioridad. Ahora bien, dentro de este tipo de cáncer ginecológico, podemos diferenciar dos tipologías:

  • Carcinoma de células escamosas: Se forma en las células escamosas que revisten la vagina. Tiene un avance lento, casi sin síntomas hasta que llega a otros órganos.
  • Adenocarcinoma: Se inicia en las células glandulares de la vagina que producen y liberan líquidos tales como el “moco vaginal”. Es más comunes en mujeres postmenopáusicas.

Los síntomas serían los siguientes:

  • Sangrado no relacionado con la menstruación.
  • Dolor en la pelvis o espalda.
  • Dolor al orinar.
  • Aparición de un bulto en la vagina.

5. Cáncer de vulva

Ganas de orinar

Cabe decir que este tipo de cáncer no es muy frecuente, y afecta sobre todo a la zona de los labios vaginales mayores.

Tiene una evolución lenta y se asocia, por lo general, en  mujeres que han iniciado muy pronto su vida sexual y que han tenido varios compañeros.(Recordemos que son estimaciones generales y que nunca debemos descuidarnos por no identificarnos).

Los aspectos que deberíamos tener en cuenta son los siguientes:

  • Tener una infección causada por el virus del papiloma humano (VPH).
  • Tener antecedentes de pruebas de Papanicolau (también conocido como puebas o frotis de Pap) anormales.
  • Bultos en la vulva o pequeñas masas extrañas, como verrugas, con un color diferente.
  • Padecer picazón y mucha molestia en la zona de la vulva.
  • Sufrir sangrados no relacionados con la menstruación.

Para concluir, ten en cuenta que lo más importante de todo esto es la PREVENCIÓN.

Recuerda establecer tus revisiones periódicas y que ante cualquier molestia, por pequeña que sea, debes acudir a tu médico.

 

Original. 

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