Lo que un profesor debe saber sobre el autismo

Existen gran variedad de métodos y técnicas que se usan en la educación de los niños con autismo:

  • Un profesor puede identificar un estilo de aprendizaje individual para cada estudiante y adaptar la actividad curricular y el material a ese estilo de aprendizaje.
  • Los autistas tienen dificultades para generalizar conceptos. Una técnica para compensar esta dificultad consiste en darles muchas oportunidades de practicar sus habilidades en situaciones reales y no sólo con ejemplos figurados.
  • Una educación adaptada a los niños autistas puede disminuir los trastornos del comportamiento y el desarrollo de las capacidades útiles. No se pueden enseñar directamente las relaciones y la empatía sociales, pero una educación apropiada ayuda indirectamente a estos niños a establecer relaciones más próximas y afectivas.
  • El educador debe utilizar sus conocimientos, su experiencia e imaginación para entrar en el mundo del niño autista y comprender lo que produce un niño feliz o infeliz, tranquilo o ansioso.
    • Antes de iniciar cualquier tipo de enseñanza se tiene que disminuir la agitación desorganizada tan frecuente en los niños autistas; su ambiente les debe dar seguridad, calma y confianza.
    • Se deben evitar las modificaciones de los hábitos del ambiente físico del niño, y los que sean necesarios se introducirán progresivamente.
    • Hay que evitar también los sonidos demasiado fuertes, puesto que algunos niños autistas son hipersensibles y los ruidos, imágenes y caricias fuertes podrían llegar a lastimarlos.
    • Cualquier actividad que forme parte del repertorio del niño necesita ser repetido varias veces, por eso la repetición es una de las técnicas eficaces utilizadas por los educadores.
    • Al menos una vez al día son necesarias las lecciones particulares individuales, aunque también es importante que el niño trabaje en grupo. Y es bueno enseñar al niño actividades de la vida cotidiana, aunque esto no resulte fácil para él.
    • Los trastornos de la comprensión pueden mejorarse mediante el uso de la palabra. Se pueden dar órdenes simples guiando físicamente al niño a través de movimientos apropiados, la complejidad de las órdenes va aumentando en función de los progresos del niño.
    • La música puede servir de ayuda para el lenguaje. El desarrollo del lenguaje debe ser una actividad agradable para el niño.

    El educador debe tener en cuenta siempre el nivel exacto de la comprensión del niño y adaptar su propio lenguaje, modificándolo muy progresivamente.

    • Cuando se habla con un niño autista hay que hacerlo de una forma clara y bastante lenta, dejando al niño el tiempo necesario para aprender el significado de sus palabras.
    • Como el nivel de atención del niño fluctúa, se tiene que “conversar” con él cuando éste esté interesado y no cuando se distraiga.
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