Las cosas horripilantes que ocurren cuando tu hijo duerme y tú no te enteras

La felicidad y bienestar de los padres es cuando ven a sus hijos dormir tranquilos. Son unos angelitos de noche cuando ya están por fin relajados en cama. Sin embargo, a la mayoría de las personas nos ha pasado ¡Espero recuerdes!, que cuando tenías tres o cuatro años, te despertabas llorando y con miedo por haber tenido un sueño horripilante, así que ibas de inmediato a cama de tus papas para que te consolaran.

Es muy normal que los niños a esa edad reflejen sueños de algunas vivencias que tuvieron en el día, proyectando alguna situación que no pudieron controlar sintiendo miedo, así descargan sus emociones e impulsos agresivos cuando duermen. A esa edad, ellos son incapaces de reconocer que son solo sueños y que no son cosas reales, por ello es que se despiertan atemorizados.

A partir de los cinco años los niños llegan a tener conciencia de que las cosas que sueñan, con ayuda de los padres ellos son capaces de distinguir que no son reales, son simples pesadillas.

En ocasiones suele pasar, que los niños logran conciliar el sueño, pero después de una hora, ellos se levantan alterados, gritando, temblando, posiblemente con los ojos abiertos, sin control, agitando los brazos, dando patadas en el aire y llorando. En esa situación es probable que tu hijo este experimentando un terror nocturno y no una simple pesadilla.

  • ¿Qué diferencia existe entre pesadillas y terrores nocturnos?

  • 1. Las pesadillas

    Son sueños que provocan miedo después de despertar, usualmente se recuerdan y se llegan a compartir. Suele pasar entre las cuatro a seis de la mañana, cuando el sueño es profundo, es probable que los niños estén llorando y asustados, pero tienen conciencia de lo que soñaron. A lo largo de los años esas pesadillas suelen desaparecer.

  • 2. Los terrores nocturnos

    Son sueños que aparentemente despiertan a los niños de manera parcial, se da en un sueño profundo como a las tres de la madrugada, mientras sueñan los niños gritan, se agitan, lloran, patalean, hablan y tienen los ojos abiertos; por lo general al despertar no recuerdan nada. Después suelen conciliar el sueño sin problemas.

  • ¿Por qué se presentan?

    Las pesadillas ocurren aparentemente sin alguna razón. Son temores que los niños experimentan por haber vivido una situación probablemente traumática como un desastre natural, una mudanza, ir a la escuela, nacimiento de hermanos, accidentes o situaciones que perturben su tranquilidad familiar y su entorno.

    Es probable que los niños que son creativos y desarrollan su imaginación tengan pesadillas al escuchar un cuento, ver un programa de televisión o ver una película.

    En cambio los terrores nocturnos son ocasionados cuando los niños están cansados, estresados, enfermos, aquellos que duermen lejos de sus padres. Pueden desencadenarse por fiebre, falta de sueño, estrés, tensión emocional o conflictos. Además que la mayoría de los casos es un problema hereditario.

  • ¿Qué hacer?

    Establece un horario para ir a la cama y levantarse, es un hábito que ayudará a tus hijos a descansar y estar más tranquilos. Aleja los distractores como televisión, juguetes, o cualquier objeto que perturbe su descanso, apaga la luz y crea rutinas para relajarse como bañarse, leer un cuento, cantar antes de dormir.

    En algunos casos extremos cuando los niños presentan pesadillas y terrores nocturnos frecuentes, es necesario la ayuda de un especialista. Posiblemente le recetarán algún medicamento para tranquilizarlos.

    Recuerda que estos episodios suelen desaparecer con el tiempo y la madurez de los niños. Mantente alerta y ayuda a tus hijos, escúchalos y reconfórtalos.

 

 

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