Lactar a bebé con síndrome de Down

Lactancia

Existe la creencia de que el síndrome de Down es una contraindicación para la lactancia materna, debido a que estos bebés padecen de hipotonía, es decir, disminución o flacidez del tono muscular y de algunos reflejos que impiden o dificultan el proceso de succión y deglución. Nada más alejado de esto. Muchas dificultades se deben a la inseguridad y al desconocimiento de la técnica adecuada para amamantar y a la separación del bebé de su madre durante los primeros días de vida. Lo cierto es que aunque sea una situación difícil, con el paso del tiempo conocer y amar a ese ser tan especial marcará la diferencia.

Anteriormente se ha hablado en otros artículos que la leche materna proporciona al bebé una mejor nutrición, se digiere fácilmente y previene infecciones respiratorias, de los oídos, problemas intestinales y otras enfermedades comunes, según establecen autoridades del Centro de Apoyo a la Lactancia Materna (CALMA). En el caso de bebés con síndrome de Down, la leche materna se vuelve necesaria ya que contiene anticuerpos que le protegen contra las enfermedades.

Ahora bien, los movimientos de succión al pecho ayudan a fortalecer la musculatura facial, que como ya dijimos tiende a ser flácida, además de mejorar la oclusión dental, es decir, la manera en que los dientes superiores e inferiores están en contacto unos con otros. Ello repercutirá favorablemente en la masticación y el desarrollo del habla; sin embargo, las ventajas no son únicamente biológicas, ya que la lactancia materna es una oportunidad de aumentar el vínculo entre la madre y su recién nacido, ofreciendo cariño, consuelo y estimulación a todos sus sentidos, mejorando su desarrollo y sus capacidades.

Hay que tomar en cuenta que las dificultades para alimentar directamente del pecho pueden enfrentarse en los primeros días de nacido, pero la madre irá aprendiendo a conocer las necesidades del bebé. ¿Cómo amamantar a estos bebés? A excepción de que nazcan con problemas que necesiten atención médica urgente, la lactancia materna en bebés con síndrome de Down se debe iniciar durante la media hora siguiente al parto, ya que es cuando cualquier recién nacido tiene una mejor capacidad de succión y un reflejo de búsqueda más intenso. Previamente, antes de dar a luz es recomendable que la madre conozca las ventajas de la lactancia materna y la técnica adecuada de amamantamiento. Para esto es necesario mantener un ambiente tranquilo y agradable a la hora de amamantar. También, despertar bien al bebé antes de colocarlo al pecho, los recién nacidos con síndrome de Down pueden mostrarse más adormitados en los primeros días. A su vez, debe haber una posición adecuada tanto para el bebé como para la madre. El cuerpo del bebé debe estar frente a su madre, pancita con pancita, esto también dará un buen agarre. Es necesario que al amamantarlo su cabeza esté bien sostenida, la posición “sandía” es muy adecuada, ya que permite sostener la cabeza y ver bien su cara, para detectar si hay problemas de succión o de posición. Con esta colocación, la madre tiene a su bebé de frente y su cuerpo descansa alrededor del cuerpo de su madre, bajo el brazo.

Otra posición es la “mano de bailarina”, que consiste en sostener el pecho con la mano en C, de tal forma que sostenga las mejillas del bebé. Esta posición hace que el peso del pecho no se apoye en el mentón del bebé y sostenga su cabeza derecha mientras se amamanta.

La lactancia materna es el mejor alimento para bebés, especialmente para aquellos que tienen una condición especial, ya que son más vulnerables, como el caso del síndrome de Down.

 

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