La verdadera cara de la osteoporosis

Una de cada tes mujeres y uno de cada cinco hombres sufrirá una fractura osteoporótica a lo largo de su vida

La campaña ‘Tus huesos. Mañana y Siempre’ quiere sensibilizar a la sociedad sobre la enfermedad

Frágiles, porosos y con tendencia a romperse. Así se vuelven los huesos cuando padecen osteoporosis, una enfermedad que sufren cerca de tres millones de personas en España. En el mundo, están afectados por este trastorno crónico y progresivo unos 200 millones de personas; pero la estadística las golpea más a ellas: cuatro de cada cinco personas con fractura osteoporótica son mujeres. Pese a su alta prevalencia y a las estimaciones que apuntan a que una de cada tres mujeres y uno de cada cinco hombres, mayores de 50 años, sufrirá una fractura osteoporótica a lo largo de su vida, es una de las enfermedades menos diagnosticadas que existen: el 80% de las personas que ha tenido al menos una fractura por fragilidad no están diagnosticadas ni tratadas.

«Si la proporción hubiera sido a la inversa, es decir, si hubiera más hombres que mujeres afectados, hubiera habido más atención y preocupación a lo largo de los años», reconoce a EL MUNDO Carmen Sánchez, expresidenta de la Asociación Española contra la Osteoporosis y la Artrosis.

Carmen sabe bien lo que habla. A sus 83 años lleva más de 40 conviviendo con esta enfermedad. «Al principio decía que la osteoporosis no me amargaba la vida, pero luego reconocí que sí lo hacía», confiesa Carmen, quien lleva consigo más de nueve fracturas sobre su cuerpo. En su caso, le diagnosticaron la enfermedad cuando sufrió su primera fractura.

«Empecé el tratamiento con 45 años, cuando me fracturé por vez primera, a pesar de que tuve una menopausía muy precoz, con sólo 38 años», admite Carmen. Este dato es relevante ya que en muchos casos la osteoporsosis aparece una vez pasada la menopausia. En el caso de los hombres, suele aparecer después de los 60 o 65 años.

Según explica Santiago Palacios, presidente de la Fundación Hispana de Osteoporosis y Enfermedades Óseas (FHOEMO fhoemo.com ) y director del Instituto Palacios de Salud y Medicina de la Mujer, los cinco primeros años después de la menopausia existe una pérdida de masa ósea de más de un 10%. Por ello, es importante que en ese momento de la vida, «todas las mujeres pidan a sus médicos que les realicen una densitometría», recomienda Carmen. Esto es, una prueba diagnóstica que evalúa la densidad de los huesos y que alerta, por tanto, de tener o no esta enfermedad y empezar cuanto antes un tratamiento para así prevenir las posibles fracturas. Las mujeres que continúan su tratamiento para la osteoporosis postmenopáusica reducen su riesgo de fractura un 25% más que las mujeres que no lo hacen.

Osteoporosis

Una campaña para saber más

Para conocer más sobre esta enfermedad, la FHOEMO ha lanzado la campaña ‘Tus huesos. Mañana y Siempre’, una iniciativa que gira en torno al cortometraje ‘Mañana y Siempre’ dirigido por Manuel M. Velasco y protagonizado por Concha Velasco que se estrena este martes. Ambos han asumido el liderazgo de este proyecto cinematográfico que reflexiona sobre el impacto en la vida de una paciente con una dolencia crónica como la osteoporosis y el riesgo de fractura que conlleva, visto desde los ojos de una niña de ocho años y la relación con su abuela. En el reparto, actores como Kira Miró o Fran Perea.

La campaña persigue sensibilizar a la sociedad sobre la verdadera cara de la osteoporosis y de la dureza de sus fracturas. Las fracturas por fragilidad de los huesos son dolorosas y a menudo se traducen en una pérdida de movilidad y están asociadas con una mayor mortalidad, morbilidad y el incremento del riesgo de sufrir una siguiente fractura. «Tan solo el 40% de los pacientes que se ha fracturado recuperan su anterior calidad de vida, autonomía e independencia y alrededor de un 20% de pacientes fallece después de una fractura de cadera, la mayoría lo hacen durante el primer año».

Factores de riesgo y prevención

Tanto en la mujer como en el hombre existen una serie de factores de riesgo que pueden alertar de la posible aparición de la enfermedad. Según enumera el doctor Palacios, tener antecedentes familiares, es decir si en tu casa, tu madre o tu padre, o ambos, han tenido fracturas osteoporóticas; si se es fumador/a; si se toman corticoides; si se es una persona muy delgada; si se tiene artritis reumatoide o alguna enfermedad endocrinológica o bien si se tiene una pérdida de estatura que causa, por ejemplo, la aparición de joroba sobre la espalda.

La prevención, sin duda una de las claves más importantes de esta enfermedad, gira en torno a dos pilares: ejercicio físico y una adecuada ingesta de calcio y de vitamina D. «Cuanto más ejerció físico, más masa ósea se tendrá. El músculo mantiene el equilibrio y hace que no haya caídas. Y por otra parte, también ayuda a que el hueso siga manteniéndose después de la menopausia o cuando ya un hombre es mayor», explica el doctor. En cuanto al segundo factor, «es fundamental que la población tome al día entre 1000-1200 mg de calcio, sin embargo sólo se ingiere sólo unos 700 mg», concluye.

 

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