Las condiciones patológicas del tejido de las encías pueden tener muchas causas, pero no olvide considerar la mala nutrición. La cantidad inadecuada de vitamina C puede promover las encías sangrantes que, de no ser tratadas, pueden evolucionar a gingivitis. La vitamina C también ayuda a que el organismo lleve a cabo el mantenimiento y la reparación de los huesos, los dientes y los cartílagos, además de contribuir a la cicatrización de las heridas.
Si usted sufre encías sangrantes y su dentista descarta una higiene dental inadecuada, reevalúe su dieta. Asegúrese de consumir abundantes alimentos ricos en vitamina C. No son difíciles de hallar. Las naranjas, las zanahorias, las batatas y los pimientos rojos son especialmente ricos en vitamina C. Trate de obtener vitamina C de frutas y vegetales frescos, en lugar de jugos de fruta y vegetales. Además de tener alto contenido de azúcar, la mayoría de los jugos de fruta son muy ácidos, y pueden facilitar la erosión del esmalte dental. Los jugos de fruta son buenos en pequeñas cantidades, pero bébalos con las comidas, o en lo posible use un sorbete, para minimizar el contacto del jugo con los dientes.
La vitamina C es hidrosoluble, lo cual significa que el organismo no lo almacena por periodos prolongados y es necesario consumirla todos los días. Los suplementos multivitamínicos o de vitamina C pueden contribuir a obtener lo suficiente, especialmente si usted está enfermo o sigue una dieta restrictiva, y tiene problemas para comer variedad de frutas y vegetales. Muchas fórmulas multivitamínicas contienen vitamina C, o puede hallarla en un suplemento individual. El Instituto de Medicina recomienda 90 miligramos por día para varones mayores de 18 años y 75 miligramos por día para mujeres mayores de 18 años.