La cirugía bariátrica también mejora la función física y el dolor articular en la obesidad

Cirugía bariátrica

Entre otros beneficios, la cirugía bariátrica reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular en la población con obesidad, disminución que se eleva hasta un 70% en el caso del infarto de miocardio en los obesos mórbidos. Es más; la cirugía bariátrica también reduce la incidencia de depresión en las personas obesas y se presenta como la medida más eficaz para revertir la diabetes tipo 2 en esta población. Y a todo ello se aúna, como muestra un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Pittsburgh(EE.UU.), que este tipo de cirugía para la pérdida de peso también induce una mejora de la actividad física y una reducción del dolor, sobre todo a nivel de las articulaciones, asociado a la obesidad.

Como explica Wendy King, directora de esta investigación publicada en la revista «JAMA», «nuestro estudio muestra que las mejoras clínicas significativas tanto en el dolor, y más específicamente en el dolor articular, como en la función física son comunes tras la cirugía bariátrica. Concretamente, los pacientes tienen una mayor facilidad para caminar, lo que mejora su habilidad para adoptar un estilo de vida físicamente más activo. Sin embargo, también es cierto que algunos pacientes siguen teniendo un dolor y una discapacidad significativos».

Combatir la artrosis

Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron los datos de 2.221 pacientes con obesidad sometidos a cirugía bariátrica, principalmente a la técnica conocida como ‘bypass gástrico en Y de Roux’ (70%) y a la implantación por laparoscopia de una banda gástrica ajustable (25%). El 79% de los participantes eran mujeres, estableciéndose la edad promedio en 47 años y la media del índice de masa corporal (IMC) en 46 kg/m2.

Trascurridos tres años desde la intervención, la pérdida media de peso se estableció en un 28%. Y lo que es más importante, entre un 50% y un 70% de los pacientes experimentaron mejorías clínicamente significativas en el dolor y la función física asociados a la obesidad.

De hecho, cerca de un 75% de los participantes con dolor en sus rodillas y caderas o con discapacidad reconoció haber experimentado una mejoría notable de los síntomas asociados a la artrosis –esto es, la enfermedad crónica que, ciertamente frecuente en la obesidad mórbida, es causada por el desgaste del cartílago que une los huesos y las articulaciones.

Los pacientes tienen una mayor facilidad para caminar, lo que mejora su habilidad para adoptar un estilo de vida físicamente más activoWendy King

En definitiva, como destacan los autores, «a los tres años de la cirugía bariátrica, más de la mitad de los participantes con problemas de movilidad por la obesidad dejaron de tenerlos a consecuencia de la intervención».

Menos dolor, más movilidad

Y esta mejora de la función física asociada a la cirugía, ¿fue similar para todos los pacientes? No. Aquellos aquejados con un mayor número de síntomas depresivos y la presencia de otras comorbilidades, caso de la enfermedad cardiovascular y la diabetes, experimentaron una menor mejoría de la función física y del dolor. Por el contrario, una mayor reducción del peso y de los síntomas de la depresión, así como la remisión o mejora de la enfermedad cardiovascular o de la diabetes conllevó una mayor probabilidad de mejora de la movilidad y de disminución del dolor.

Así, como indica Wendy King, «nuestros resultados pueden ayudar a los pacientes y a sus médicos a generar unas expectativas realistas sobre el impacto de la cirugía bariátrica sobre el dolor y la discapacidad».

Sea como fuere, el 76,3% de los pacientes que padecían dolor de espalda y de las extremidades reconocieron que, transcurridos tres años desde la cirugía, su dolor ya no interfería con su trabajo. Y además, la funcionalidad física promedio de los participantes, establecida a partir de su habilidad para caminar, subir escaleras, llevar la compra, vestirse, bañarse o llevar a cabo actividades de intensidad media-vigorosa, fue similar a la que presenta la población general.

Como concluye Anita Courcoulas, co-autora del estudio, «el estado funcional es un aspecto extremadamente importante de la salud que no ha sido tan bien estudiado como otras condiciones tras la cirugía bariátrica. Y en este contexto, nuestro estudio aporta nuevas evidencias sobre algunos factores específicos que pueden ser mejorados en los pacientes con dolor articular que deciden someterse a este tipo de cirugía».

 

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