Luis Enrique decidió juntarse con ellos; eran sus compañeros y ahora son sus amigos. Al principio le pareció curioso ver cómo se comunicaban, le interesó y ya maneja con fluidez la lengua de señas. El joven habla rápido y claro, él es oyente, a diferencia de sus compañeros, pero quiere adentrarse en una licenciatura para ayudar a la comunidad sorda de la metrópoli.
Aunque Luis Enrique Arellano no es sordo, forma parte de una generación peculiar de la Preparatoria 7 de la Universidad de Guadalajara (UdeG): son 11 estudiantes sordos y tres oyentes que ya concluyeron el bachillerato y ahora quieren estudiar una licenciatura en Psicología o Comunicación Pública en la UdeG.
“Sería en los mismos salones, con el mismo plan de estudios, con los mismos profesores, en las mismas aulas. Los estudiantes sordos estarían con los oyentes, recibiendo la misma educación, pero con la asistencia todo el tiempo de intérpretes profesionales de lengua de señas mexicana”, explica Laura Gamboa, directora de Educación Incluyente, sobre el manera en la que estos jóvenes tomarían sus clases universitarias.
La elección de estas carreras, agrega Gamboa, se debió a la oferta y la demanda de opciones laborales y de apoyo para la comunidad sorda, por ejemplo, Jannet Estefanía Ramírez, una de las estudiantes oyentes, buscará estudiar Psicología con el objetivo de ser psicóloga para niños y niñas sordos.
“Estas carreras se eligieron con base a lo que la comunidad sorda necesita. Psicología porque no hay psicólogos para personas sordas, es un grupo vulnerable muy poco atendido y hay mucha demanda”, agrega Gamboa.
En el caso de la carrera de Comunicación Pública, se planteó para que los futuros profesionales desarrollen mejores rutas para que las personas sordas tengan más acceso a la información.
La directora de Educación Incluyente destacó que en el reciente grupo de egresados de la Preparatoria 7 hay estudiantes oyentes, como Luis Enrique y Jannet, por lo que señaló que es necesaria la participación de la comunidad en general para abrir puertas a este sector de la población.
“Se requiere mucho de la participación de alumnos oyentes, para que conozcan la lengua de señas, el colectivo cultural, que conozcan las necesidades de la comunidad sorda para que sean el complemento para estos proyectos en los que estarán trabajando los estudiantes al salir de la UdeG”.
HAY POCOS ESPACIOS PARA ELLOS
Quiere compartir su experiencia
El salón es amplio, lleno de luz y de estudiantes. Todos se expresan, pero no hay ruido. De un lado del aula un estudiante levanta la mano y comunica sus dudas. Al otro lado dos jóvenes más dialogan: gesticulan, mueven los dedos y brazos; sonríen entre sí.
Al frente del grupo se encuentra Abisai Ávila, de la asociación civil Educación Incluyente, quien relata que hay pocas oportunidades para los traductores y menos para las personas sordas. Él se encarga del curso propedéutico que reciben 14 estudiantes (tres oyentes y 11 sordos) para ingresar a una licenciatura de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Luis Ernesto Paz, egresado de la Preparatoria 7, busca estudiar una carrera para favorecer a las personas sordas, y expresa que existen pocos espacios para esta comunidad, por lo que apostará por mejorar su nivel educativo en beneficio de ellos mismos.
“Hace falta mucha oferta laboral, ahorita los trabajos para sordos son trabajos muy operativos y hay empresas que te dicen ‘no puedes trabajar en esto’”.
En un futuro, Luis Ernesto se ve como profesor de niños sordos, con esto cumpliría uno de sus objetivos: agradecer las oportunidades educativas que tuvo durante su paso por la primaria y al mismo tiempo compartir su experiencia con pequeños estudiantes.
“Creí que era la única”
Jannet Ramírez aprendió la lengua de señas desde pequeña para poder comunicarse con sus padres, quienes son sordos. La joven es oyente, pero vive sumergida en la cultura de esta comunidad, a la cual desea ayudar con su educación.
“La vida me trajo aquí y vi que esto era mi vocación, mi objetivo, por mis padres y porque sé que en algún futuro puedo tener hijos o familiares sordos, y para mí sería muy bonito abrir un nuevo mundo para los sordos y ser parte de él, porque sé que ya lo estamos haciendo”.
Ella busca estudiar psicología para brindar atención a niños sordos, pues considera que hay pocos profesionales que se dediquen a ese sector de la población.
La joven confiesa que antes de conocer a otras personas sordas, creía ser la única hija de padres con esa condición, sin embargo, acercarse a esta comunidad le abrió horizontes: “Llegué aquí y había muchas personas con mi mismo estilo de vida, eso me hizo sentirme especial, porque no encontraba mi identidad como oyente o como sorda”.
Acceso a la educación
Según Laura Gamboa, directora de Educación Incluyente, hay pocas personas sordas que han tenido acceso a una licenciatura y aseguró que en Jalisco sólo seis personas sordas tienen el nivel concluido de este grado académico, de 75 mil jaliscienses en esta situación. Lo jóvenes que desean ingresar a estudiar la carrera de Piscología hicieron examen de admisión el sábado y quienes estudiarán la carrera de Comunicación Pública entrarían en el siguiente calendario, a inicios del próximo año.
