JÓVENES MEXICANOS CREAN DISPOSITIVO TRADUCTOR DE TEXTOS DIGITALES A SISTEMA BRAILLE

Braille.

Las personas con discapacidad visual tendrán al alcance de sus manos la posibilidad de leer textos digitales por medio de un dispositivo que los traduce al sistema braille. Se trata del proyecto MyDot, un aparato similar a una tableta electrónica que en la superficie tiene cuatro hileras de puntos que suben y bajan para generar los caracteres en ese sistema de lectura.

Creado por un grupo de emprendedores universitarios mexicanos, que forman parte del Centro de Tecnología e Innovación (CTIN), este dispositivo busca ser una equipo myDotalternativa tecnológica para las personas con discapacidad visual, ya sea con fines educativos o de esparcimiento, debido a que es único en su tipo en México y América Latina.

Joaquín Casanova, Abelardo Bautista, Itzael Jiménez, Alan García, Diana Meza, Andrea Miranda y Rolando Chávez explicaron que su producto quiere dar la posibilidad de interacción e inclusión social a este sector de la población.

La idea surgió de Joaquín Casanova, quien en su natal ciudad del Carmen, Campeche, daba clases a una joven ciega que deseaba ingresar a la preparatoria, pero fue rechazada porque la institución carecía de las condiciones técnicas y materiales para continuar sus estudios.

Fue así que Casanova en su ingreso al CTIN tuvo la iniciativa de proponer este ambicioso proyecto que conjuga la programación, la electrónica y el diseño; logró desarrollarlo en solo seis meses y está muy cerca de culminarlo.

MyDot está planteado para ser usado de forma fácil, pues será portable y tendrá un diseño ergonómico. En la parte inferior de la superficie tendrá tres botones, los cuales permitirán seleccionar las funciones de inicio, avanzar y regresar, y al costado derecho cuatro más que servirán como índice del listado de los títulos que se presentan para ser seleccionados. En un costado tendrá botones que marcarán el nivel de la batería y una entrada para la tarjeta de memoria SD (Secure Digital), que albergará el contenido que traducirá a lectura braille.

Estos jóvenes egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y del Instituto de Mercadotecnia y Publicidad (IMP) diseñaron un software que hace la extracción de los archivos cargados en formato PDF y que los traduce al sistema braille.

Asimismo, desarrollaron el hardware, es decir, programaron la electrónica en placas de pruebas de protoboards que pone en operación el sistema de puntos, el cual probarán en principio en un conjunto de luces led para evaluar su funcionamiento.

La etapa final, en la que se encuentran, consiste en implementar todos estos sistemas para que trabajen en paralelo e incorporarlos en una carcasa que –para el primer prototipo– obtendrán de una impresora 3D.

“Nuestro desarrollo, en un inicio, fue pensado solo con electrónica, en un sistema de bobinas, pero detectamos un problema de alto gasto energético que no era viable, por eso planteamos un sistema mecánico que se acople con el sistema electrónico para que el sistema de puntos no tenga que estar activo todo el tiempo”, explicó Rolando Chávez.

El equipo presentó su proyecto en la Aldea Digital, realizada hace unas semanas en el zócalo de la Ciudad de México, atrayendo el interés de los ciudadanos que esperan la salida al mercado de este gadget.

Y es que, refieren, en la actualidad hay pocos dispositivos que permiten a las personas ciegas tener acceso a la lectura, y los existentes son fabricados en otros países y son poco viables debido a sus altos costos.

Las alternativas son los libros en sistema braille, que son escasos y costosos; en tanto que los audiolibros resultan inhibidores de su sentido del oído y del tacto, sus medios de contacto con el mundo. “Nuestro dispositivo es único en México, pensado y creado totalmente en nuestro país para las personas ciegas”, señaló Joaquín Casanova, líder del proyecto.

Estos jóvenes emprendedores abrazaron el proyecto en el interior del CTIN, conscientes que representaba un gran reto, incluso desafiando los planteamientos de que era muy difícil de ejecutar.

Durante seis meses han trabajado jornadas intensas para poner en funcionamiento la idea que desde su concepción tiene un tinte social, a favor de las personas con discapacidad visual y de escasos recursos.

En esta última etapa también están enfocados en promover su fabricación, al principio a través de mecanismos de incubación de empresas con apoyo de Startup México (SUM), plataforma que apoya con fondos económicos, asesorías, planeación y promoción a proyectos de innovación; o por medio del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem) y del Registro Nacional de Instituciones y Empresas Científicas y Tecnológicas (Reniecyt). Asimismo, trabajan con la Fundación México Estados Unidos para la Ciencia (Fumec) para obtener los derechos de autor y de patente.

Y es que, a pesar del apoyo que reciben del CTIN, estos emprendedores son los dueños del proyecto y les incita a formalizarlo a través de diversos canales. “Una de las ventajas que nos da el Centro es que no se apropia de los proyectos. Nosotros los podemos registrar y los podemos explotar”, detallan.

MyDot, consideran, es el primer paso de sus carreras que vislumbran enfocadas al emprendimiento, una vez que concluya su estancia en el CTIN.

Fuente: Agencia Informativa Conacyt / Ana Luisa Guerrero

 

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