Con ayuda de su madre, el apoyo de su mejor amiga Jamie Lea y su novio Robbie, Maddie espera encontrar un agente que la ayude a comenzar su carrera en el mundo de las pasarelas.
Una joven con una condición genética está determinada a marcar la diferencia, al decidir perseguir su sueño de convertirse en una modelo, para demostrarle al mundo que su discapacidad es, de hecho, un regalo.
Según informa el Daily Mail, la adolescente australiana, Madeline Stuart de 18 años y su madre Rosanne, tienen una misión: cambiar la forma en la que las personas definen lo que es bello.
Durante toda su vida, ella ha luchado con diferentes problemas físicos como su aumento de preso debido a su síndrome de down y además tiene una delicada condición cardiaca, pero el año pasado decidió tomar control de su vida y hacer cambios para ser una persona más feliz y saludable.
Comenzó a practicar baile, natación, a jugar cricket. Hasta se metió a un programa de hip hop para adolescentes y jóvenes con discapacidad.
Tras perder casi 20 kilos, Maddy le dijo a su mamá que quería lanzarse a incursionar como modelo, algo que Rosane tomó sin mucha sorpresa ya que sabe lo feliz que la hace a su hija tener atención por sus habilidades.
Con ayuda de su madre, el apoyo de su mejor amiga Jamie Lea y su novio Robbie, Maddie espera encontrar un agente que la ayude a comenzar su carrera en el mundo de las pasarelas.
«La gente con síndrome de down puede hacer todo, solo que a su propio tiempo. Denles una oportunidad recibirán recompensas que superen sus expectativas», dice su madre.
