El partido de Inglaterra con Noruega marcó el record de menor cantidad de público registrado en Wembley desde su reapertura en 2007. Los hinchas no están contentos con el fracaso en el Mundial de Brasil 2014 y existe poca ilusión sobre el futuro del equipo de Roy Hodgson, por lo que no los motivó el primer amistosos post mundialista.
Pero entre los cuarenta mil hinchas que llegaron al mítico estadio, había un pequeño niño de 10 años que tenía una gran iusión en la selección y sólo un sueño: salir a la cancha con alguno de los jugadores ingleses. Y Sam, que padece de parálisis cerebral, pudo cumplir su sueño.
Jack Wilshere vio al niño en el túnel, conversó con él y tomó la silla de ruedas de Sam para que sea su escolta en el ingreso a Wembley. El compañero de Alexis Sánchez en Arsenal cumplió el sueño del pequeño en la victoria de Inglaterra por 1 a 0.
