Hizo dormir a su hija de 3 años, pero los golpes y gritos desesperados de su vecino hacen que abra la puerta para encontrarse con su hijita casi sin vida

Bebé

Lamentablemente en esta ocasión, durante la noche del 26 de mayo del corriente año, los acontecimientos que sucedieron mostraron a esta madre que no había tomado en cuenta algo muy importante en la seguridad de su hogar.

  • Fue a través de un vecino, que golpeó desesperadamente su puerta esa noche, que ella se enteró de lo ocurrido mientras ella estaba estudiando en la planta baja del hogar, luego de haber hecho dormir a su hija en su habitación del segundo piso.
  • Aubrey había caído desde la ventana y estaba muy mal herida. El vecino había observado la caída, pero estaba muy lejos para atraparla. En el hospital, los doctores confirmaron que Aubrey presentaba fractura de cráneo, muchos moretones en todo su cuerpo, y el bazo había sido dañado por la caída.
  • La seguridad que pasamos por alto

  • A Aubrey, como cualquier niño de su edad, le encanta escalar, trepar, subirse a sillas, por lo que se le hizo fácil tratar abrir la ventana y asomarse para investigar más, perdiendo el balance natural del cuerpo, algo normal a esa edad.
  • Casualmente, estuve visitando a una amiga, quien tiene muchos niños, mientras estábamos en el frente de la casa, tranquilas tomando el fresco de la nochecita, observo a uno de los niños asomado a la ventana del segundo piso de la vivienda, ¡con todo su torso afuera!
  • Ni bien la madre también lo vio, le advirtió del peligro, a lo que el niño de casi 3 años obedeció inmediatamente.
  • Nos quedamos conversando sobre el tema, ya que mi amiga tiene muchos niños. Su casa siempre está muy bien asegurada, y debe seguir los protocolos de seguridad de la institución que le entrega los pequeños a su cuidado temporal; y me consta que los cumple.
  • Sin embargo, ella me explicó que recientemente habían colocado un artefacto de aire acondicionado en esa ventana, por lo que removieron la tela protectora, y que jamás pensó que el pequeño fuera capaz de treparse sobre el aparato.
  • Los niños exploradores

  • Una vez que los niños logran caminar, después del año de edad (algunos antes), toma un tiempo de perfeccionamiento, que lleva entre un año más o, a veces, dos, en la que paulatinamente van agregando nuevas y mejorados movimiento como una mayor afirmación del andar, habilidad para correr, uso de escaleras, trepar, patear una pelota, o dar pequeños saltos con los dos pies juntos, habilidades que al llegar a los 2-3 años los convirtieron en perfectos exploradores.
  • Si a esta destreza, le agregamos la capacidad de independencia respecto a los padres , por la posibilidad de desplazarse solos, nuevas estrategias de manipulación de los objetos, y la capacidad de aprender a través del ensayo y error, la idea de «niño pequeño» cambia radicalmente en uno. Éste ahora, necesitará una fortaleza como hogar, llena de ojos vigilantes listos para ayudar y protegerlos de cualquier infortunio.
  • No en vano se considera esta etapa, también la de «accidentes caseros», por lo que como padres, es muy común cubrir enchufes, poner barreras en las escaleras, nunca dejar objetos cerca del borde de las mesas, trabas en los cajones, etc.
  • Conductas muy conocidas y advertidas, pero aparentemente estos pequeños siempre encuentran lo que nos olvidamos de asegurar, o aprovechan un descuido, y por eso ocurren los «accidentes», por lo que mi objetivo en esta ocasión es tratar de disminuir la posibilidad, ya que accidentes caseros, lamentablemente siempre ocurrirán y la razón es la siguiente.
  • La idea de peligro en los bebés

  • Así como en el área motriz hay un desarrollo evolutivo, ocurre lo mismo en el área cognitiva, del pensamiento y de las nociones.
  • La idea de peligro, es un concepto que en el niño también tiene en desarrollo, tiene su propia evolución, y esto justifica las razones por la que los pequeños exploradores, suelen tener «accidentes».
  • La primer idea de peligro que como padres introducimos a los niños es el famoso «NO», de acuerdo a la escala Haizea- LLevant.
  • Una tabla basada en muestras psicométrica, obtenidas a través de pruebas a muchos bebés, establece lo que un niño puede o no puede hacer a determinada edad.
  • La misma determina que un bebé entre los 8 y 15 meses, desarrolla un entendimiento de la palabra «NO» o prohibición. Ahora esto no significa que entienda el porqué de este concepto. Lo que quiero decir, es que, comprende que no debe tocar algo, o abrir una puerta, o jugar con cuchillos, pero no tiene noción de lo que viene después de eso. Recién llegando a los 4-5 años, es que entiende el porqué.
  • Disminuir las posibilidades de accidentes

  • Teniendo en cuenta lo explicado, y volviendo al concepto del «NO», es aquí donde los padres podemos hacer la diferencia y prevenir accidentes.
  • Sabiendo que para que estos niños comprendan el concepto de «NO» requiere un tiempo cronológico evolutivo, será necesario la paciencia, tiempo y asertiva intervención. ¿Cuántas veces escuchamos de padres que dicen «le digo que no toque y vuelve a hacerlo»?, creo que ahora tiene sentido.
  • Por lo que como profesional en Psicopedagogía, he aprendido algunas técnicas prácticas que podrán ayudar a realizar una intervención más asertiva y no tan punitiva:

    • Contacto visual: al hablar al niño, es recomendable agacharse a la altura de ellos, hacer contacto visual, es una técnica de atención para ellos.
    • No gritar: es sabido cuando los niños, están en peligro, la reacción natural es la exclamación, pero en verdad esto asusta más al pequeño, provocando una reacción contraria a lo esperado.
    • Poner todo lo que ayude a prevenir los accidentes: además de lo que ya es conocido, siempre explora nuevas ideas que se comparten por internet.
    • Utiliza siempre la palabra para advertir: es muy común pegarle en la manos a los niños, este método no provoca ningún cambio de conducta, respira profundo, y simplemente recuérdale el «NO».
    • «Deja que se queme así conoce lo que es», lamentablemente a muchos nos educaron así, y posiblemente funcionó, pero eso no significa que sea lo correcto.
  • Ningún padre debería permitir que su hijo se queme o tenga un golpe eléctrico para aprender que no debe tocar. Más bien lo que aprende, es a brindar una respuesta agresiva en el futuro, si alguien le dice «NO».

 

 

 

Original.

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