Esclerosis múltiple, la importancia de preservar la salud bucodental

Dentista

Preservar en la medida de lo posible las funciones del aparato estomatognático (como masticación, deglución o fonación) y evitar las infecciones bacterianas ayuda a paliar el devenir de una patología.

La médica-odontóloga Beatriz Serrano de Haro conoce bien la esclerosis múltiple. Muchos pacientes han pasado por su consulta, cercana a la Fundación de Esclerosis Múltiple de Madrid (FEMM) y que ha propiciado su incorporación como patrona de esta asociación.

La esclerosis múltiple es una patología autoinmune del sistema nervioso central, degenerativa e invalidante, que afecta a más de 47,000 personas en España, con 1,800 nuevos casos al año, y 2.5 millones en el mundo.

En las últimas dos décadas, el número de pacientes con esclerosis múltiple se ha duplicado debido a mejores medios diagnósticos y menor tiempo para llegar al mismo, pero también a factores ambientales que, aunque aún no se han podido determinar con exactitud, influyen en la aparición y/o evolución de esta enfermedad, como el tabaquismo, el déficit de vitamina D, la escasa exposición a la luz solar y el cambio de dieta, entre otros, según la Sociedad Española de Neurología (SEN).

De múltiples caras, en 70 % de los casos aparece entre los 20 y 40 años y en un 85 % lo normal es que la enfermedad se presente en brotes o aparición brusca de nuevos síntomas neurológicos, aunque con los años, hasta un 40 % de los afectados pueden pasar a tener un curso progresivo, apunta la SEN.

Afecta a más mujeres que a hombres y se produce porque las defensas del cuerpo, en lugar de protegerlo, atacan la vaina de la mielina, el tejido que recubre los nervios del cerebro y la médula espinal.

¿Cómo afecta a la salud bucal?

“La fibrosis que caracteriza la enfermedad y el aumento del depósito de colágeno implica también a las estructuras del aparato estomatognático”, explica De Haro.

Pero también la esclerosis múltiple se asocia a una disminución de la producción de saliva, muchas veces asociada al denominado síndrome de Sjogren, con alteración del gusto, atrofia generalizada y sequedad de mucosas.

“Muchos pacientes asocian la sequedad y la alteración del gusto más a la medicación, que a la propia enfermedad. El tratamiento farmacológico de los pacientes puede precisar el uso de esteroides y la supresión del sistema inmune lo cual origina un avance de la enfermedad oral”, señala.

Además de la medicación, la fibrosis existente en las glándulas salivares afecta también a la piel y tejidos periorales, reduciendo la máxima apertura bucal y claramente dificultando el mantenimiento de una buena higiene oral. La gran mayoría de los pacientes presentan caries y gingivitis (infección que provoca inflamación y sangrado de las encías).

“En casos de enfermedad avanzada –añade– la espasticidad, la debilidad muscular y el déficit de coordinación complica enormemente los cuidados bucales, que pasan a estar a cargo de los cuidadores. Todo esto hace que en la práctica clínica con estos pacientes la presencia de patología sea muy alta”.

Con el odontólogo

Los objetivos del odontólogo respecto al paciente de esclerosis múltiple pasan por mantenerle libre de bacteriemia (presencia de bacterias en la sangre) que complica la enfermedad y por preservar en la medida de lo posible todas las funciones fisiológicas del aparato estomatognático (masticación, respiración, fonación y deglución) ya que la enfermedad puede dificultarlas.

Considera que, como mínimo, el paciente debe ir a la consulta dos veces al año, sometiéndose al menos a una limpieza anual y a una ortopantomografía o radiografía panorámica como parte de la primera visita.

El paciente de esclerosis múltiple tiene un trato especial en la consulta del odontólogo que debe conocer la historia clínica detalladamente.

 

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