Esclerosis múltiple: fármacos pendientes

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Montevideo, Uruguay. – El miércoles 28 fue el Día Internacional de la esclerosis múltiple (EM), una enfermedad que se controla pero no se cura y que afecta el sistema nervioso central de unas 3.000 personas en Uruguay, según estiman en la Sección de Enfermedades Desmielinizantes del Instituto Nacional de Neurología (Sedin) del Hospital de Clínicas.

La EM afecta en mayor medida a las mujeres de entre 20 y 30 años. En el caso de los hombres, la enfermedad surge entre los 30 y 40 años. Los nuevos medicamentos son más efectivos que los fármacos de primera generación, Interferón Beta y el Acetato de Glatiramer, cubiertos por el FNR.

En el Instituto de Neurología del Clínicas observaron además que las drogas que están cubiertas pierden sus efectos tras ser usadas en ciertos pacientes. «Sería muy interesante para ellos cambiarles cuanto antes por uno de estos dos fármacos nuevos», dijo el profesor agregado de Neurología y coordinador de la Sedin, Carlos Oehninger, en referencia al Fingolimod y al Natalizumav. Ambas drogas fueron aprobadas por el MSP pero no están en el formulario terapéutico nacional. Oehninger advierte que la respuesta que se logra con los medicamentos cubiertos por el FNR funciona en aproximadamente el 39% de los casos, mientras que con los fármacos de nueva generación la respuesta llega al 64%. Sin embargo, no se puede prever su efecto «de forma tajante» porque la EM es heterogénea, «en su manifestación clínica y en cuanto a la respuesta del paciente a la medicación».

«La única manera de saberlo es probando», admitió el especialista. Cree que «el protocolo del FNR se tiene que aggiornar» e integrar, por lo menos el Fingolimod y el Natalizumab.

Tanto las drogas cubiertas como las que el experto solicita se usan para tratar una de las formas de EM, la que se manifiesta en empujes y remisiones.

El director del FNR, Alarico Rodríguez, dijo a El País que la institución que él dirige no resuelve qué medicamentos serán cubiertos sino que esto depende del MSP. «Algunos medicamentos para la EM fueron solicitados y están en análisis por el ministerio. Todavía no presentaron la evaluación», dijo.

Hay tres grandes formas de EM. La más frecuente se manifiesta en empujes y remisiones (único tipo que se trata con fármacos de primera y segunda generación), esta se transforma en la secundaria progresiva, porque deja de tener empujes y acumula secuelas o déficit neurológico, y las que comienzan siendo progresivas que se llaman primarias progresivas.

Los empujes pueden ser trastornos para caminar, sensitivos como el hormigueo en alguna parte del cuerpo, que en general duran 24 horas y desaparecen hasta que surgen nuevamente. Algunos síntomas de las formas progresivas de la EM son los calambres, los vértigos, la espasticidad (cuando los músculos se vuelven rígidos), los trastornos urinarios, y de la vista. Las formas progresivas no se pueden tratar con medicamentos inmunomoduladores con los que se tratan la EM de empujes y remisiones porque en esas formas el componente inflamatorio de la enfermedad ha disminuido y casi ha cesado y da paso a un componente degenerativo. Sin embargo, se recomienda la rehabilitación y existen medicamentos que mejoran la calidad de vida. Pero estos tampoco están incluidos en el formulario del FNR.

El último estudio de prevalencia de la EM en Uruguay data del año 2000. En la Sedin estiman que hay unos 3.000 enfermos en el país. Este año, realizarán un estudio de prevalencia e incidencia. Uruguay es el país con mayor prevalencia de EM en América Latina. El diagnóstico se hace cuando la persona tuvo dos empujes y una resonancia magnética de cráneo y de columna cervical que muestre lesiones desmielinizantes.

Mejorar la calidad de vida

Si bien la única forma de esclerosis múltiple que se trata con medicamentos es la de empujes y remisiones, existen drogas que no apuntan a mejorar «el proceso de base de la enfermedad» sino la calidad de vida de quienes padecen las formas progresivas de la EM. Según el profesor agregado Carlos Oehninger, hay drogas que todavía no están en Uruguay, que pueden contribuir con el bienestar de los enfermos. Las drogas que menciona, como el Sativex y el Nabiximol, tienden a combatir los síntomas como la espasticidad. «El Nabiximol es un derivado de la marihuana que contiene las cosas buenas», de la droga, explica. «Mejorarían algún síntoma pero también la calidad de vida de los pacientes». El experto enfatizó que en toda forma de EM la rehabilitación es fundamental, la física, la terapia ocupacional, la fisioterapia, acuoterapia, la hidroterapia, con agua que no esté caliente porque perjudica a los enfermos -igual que el sol y el calor del verano-, la rehabilitación psicológica, la cognitiva, porque esta enfermedad afecta sobre todo a los jóvenes. «Muchas veces les disminuye la velocidad de aprendizaje, la memoria verbal y la atención. En ocasiones empiezan con problemas en el trabajo porque no rinden como antes». Sugiere la rehabilitación laboral.

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