“Para comprender el lenguaje de los otros no es suficiente comprender las palabras; es necesario entender su pensamiento”, Lev Vygotsky, psicólogo ruso.
El tema de la salud es un asunto prioritario para cualquier gobierno, sobre todo en aquellas enfermedades que se detectan desde la niñez como el Síndrome de Asperger.
El papel que juegan los padres y los maestros es muy importante, toda vez que son, quienes llegan a identificar algunas reacciones en niñas y niños poco comunes. Lamentablemente tardan en reaccionar y exponen a los infantes a la incomprensión de los demás.
Ayer se conmemoró el Día Internacional del Síndrome de Asperger y eso nos hace reflexionar de la necesidad que docentes tengan la información suficiente y las herramientas para comprender a sus alumnos diferentes, porque ven de forma distinta el mundo.
Un niño con el Síndrome de Asperger es hipersensible, le cuesta trabajo decodificar, comprender y manejar la información que percibe, no puede manejar sus emociones y sensaciones, se concentra demasiado en lo que le interesa, lo que conlleva un comportamiento poco común.
La inteligencia y lenguaje no presenta problemas, pero no tolera ciertos ruidos o determinados estímulos tácticos. Como la diabetes, es un diagnóstico, pero cada persona lo desarrolla de manera diferente.
Quienes padecen el Síndrome de Asperger son personas únicas, por lo que siempre deben ser diagnosticadas y tratadas de manera personalizada, lo que significa un mayor costo para los padres.
Sin duda, es necesario capacitar a los maestros para que identifiquen de inmediato este tipo de enfermedades, conocer los niveles de estos padecimientos, aplicar estrategias didácticas, interactuar con los padres y, sobre todo, lograr la inserción de los infantes en la sociedad.
Las terapias conductuales y pedagógicas son de elemental importancia, ya que cada caso es diferente. Es tarea del gobierno impulsar políticas públicas que apoyen a las niñas y niños que enfrentan este tipo de padecimientos. Lo más importante es integrarlos a la sociedad.
Los apoyos institucionales para este tipo de enfermedades son pocos, por eso la necesidad de trabajar desde el ámbito legislativo y gubernamental con acciones para apoyar a los infantes que padecen estas enfermedades.
