“La ciencia no ha conseguido superar al reloj biológico”, ha apuntado el doctor Santiago Palacios, coordinador del XV Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer (Samem 15), celebrado recientemente en Madrid.
En su exposición sobre este Encuentro, el ginecólogo ha explicado que el 33 por ciento de los partos en España se dan en mujeres de más de 35 años, una edad en la que la fertilidad y la calidad de los ovocitos de la mujer empieza a decaer y que las españolas tienen su primer hijo a los 32,7 años, frente a los 31,6 de hace ocho años.
Riesgos de retrasar mucho la maternidad
Palacios ha trasladado la preocupación de los ginecólogos por el hecho de que una de cada tres mujeres considere que aún tiene tiempo de quedarse embarazada hasta los 45 años o más, cuando la realidad es que de cada 100 mujeres que quiere ser madre al llegar a esta edad, sólo una lo consigue.
“Nos preocupa que la búsqueda del primer hijo tenga lugar en un momento en el que la fertilidad se encuentra muy comprometida”, ha subrayado.
En este sentido, ha explicado que la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia ha pedido a los ginecólogos que hablen con las mujeres sobre sus deseos de maternidad antes de cumplir los 33 años.
Según ha relatado este ginecólogo, las mujeres de estas edades creen que aún “son muy jóvenes” y que tienen tiempo para pensar en la maternidad. Esto demuestra, a su juicio, que falta información sobre las posibilidades de quedarse embarazada a partir de cierta edad.
El doctor Palacios ha citado una encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), según la cual el principal motivo que alegan las mujeres para no tener el número de hijos que les gustaría son la falta de ingresos y las dificultades para compaginar su vida familiar con el trabajo.
Conocer las técnicas para demorar la maternidad
Ante este panorama, los ginecólogos creen conveniente que las mujeres conozcan las técnicas que les permiten retrasar su maternidad, como la criopreservación de óvulos, que inicialmente se utilizaba en mujeres que debían someterse a algún tratamiento médico que pudiera debilitar su fertilidad como la quimioterapia.
Con el tiempo -ha explicado la doctora Cristina Braña, de la Unidad de Ginecología del Hospital Nisa Pardo de Aravaca-, las circunstancias personales, sociales y laborales han hecho que se recomiende también a aquellas mujeres de entre 30 y 35 años que no se plantean ser madres por el momento.
Esta técnica, que se basa en la vitrificación de los óvulos, se recomienda siempre antes de los 35 años y, en el momento que la mujer decida ser madre, se procede a realizar la fecundación in vitro para obtener el embrión que después será implantado.
Sin embargo, Braña ha advertido de que este tratamiento no garantiza un embarazo al cien por cien, de hecho, la tasa de éxito oscila entre el 40 y el 50 por ciento.
Se trata, además, de un tratamiento bastante caro, que sólo se oferta en clínicas privadas. Así, el coste de cada ciclo para extraer los ovocitos es de entre 2.000 y 2.500 euros -se necesitan entre dos y tres ciclos- y el coste de preservación de los ovocitos vitrificados es de 300 euros al año.
Los ginecólogos han advertido, asimismo, de que un embarazo cumplidos los 40 años entraña mayores riesgos tanto para la madre como para el hijo -mayor porcentaje de abortos, alteraciones cromosómicas, diabetes gestacional, partos prematuros, etc-.
¿Retrasar la maternidad debe ser un regalo?
El coordinador del Samem 15 se ha referido a las prácticas de ciertas empresas como Facebook o Apple de regalar a sus empleadas este tratamiento para retrasar su maternidad.
“No sabemos cuáles son las intenciones de estas empresas, pero no nos ha caído nada bien esta propuesta porque el mensaje subliminal puede ser: ‘ni se te ocurra tener hijos ahora’, en lugar de apoyar a las madres trabajadoras”, ha lamentado.
