Educar en el carácter

Continuando con el tema de Egocentrismo que tocamos en el artículo anterior, en Todos Somos Uno, vamos a platicar como el egocentrismo emocional puede influir en la educación de nuestro ser querido y los beneficios que se obtienen cuando lo vamos limitando solamente a un comportamiento esporádico.

Ayudarle a salir del egocentrismo emocional es clave para que en un futuro los niños lleguen a: compartir, respetar, ser tolerantes y aceptar la diversidad de ideas y sentimientos de los demás.

Para ello, es fundamental dota a los niños, en el día a día, a la hora de la comida, en el juego, etc., de un saco de virtudes, es decir, de unos valores que le conducirán a desarrollar una personalidad moral: ser justo, autónomo, libre, comprensivo, etc. Puesto que los niños aprenden fundamentalmente mediante la observación, las figuras paternas y los profesores deberán actuar en consonancia.


Orientaciones Educativas

A parte de que el educador ayude a despertar y estimular la formación de capacidades, algo muy importante y que también se hace de manera natural y por medio del ejemplo, es fundamental que ayude a integrar todas esas capacidades en la personalidad que se está formando.

Otra tarea importante es estimular la iniciativa propia y dirigir todas las capacidades del niño a su consecución, basándose en una autoestima y valoración por los demás positiva. Hay que ayudar al niño a que se dé cuenta de los logros anteriores, para que la autonomía y el sentido moral se asienten sobre ellos.

 

Referencia: LUIS HAZEL N. – COMO MANEJAR LOS PROBLEMAS DE UN HIJO DIFICIL – Editorial Época

 

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