El asma es una enfermedad autoinmune, provocada por respuestas de los anticuerpos al inhalar disparadores. El dolor de pecho por asma resulta de la hipersensibilidad de las vías aéreas que se reducen en respuesta a irritantes, agravando la respiración y provocando debilidad en el pecho.
El dolor de pecho es una señal de asma en los niños provocado por la inflamación del tejido y del exceso de líquido en la tráquea, los bronquios y en los sacos bronquiales, provocando bloqueos que dificultan la respiración.
Las vías aéreas inflamadas refuerzan la respuesta de la defensa de protección a los pulmones, provocando la formación de aire en los sacos bronquiales, produciendo un sentimiento de sofocación asociada con dolor de pecho.
Los niños pueden identificar la inflamación del pecho como un dolor en el área del esternón o en la espalda, durante la inhalación y la exhalación. El dolor de pecho viene acompañado por síntomas de sibilancias, sofocación y mareos.
El dolor de pecho indica el potencial del asma inducido por el ejercicio, provocado por la actividad física y emocional, el asma alérgico se debe al alimento o a la inhalación de alérgenos o al asma inducido por el clima por inhalación de aire frío.
Limitar la exposición de un niño a disparadores de asma puede reducir los síntomas del dolor de pecho, mientras que los purificadores de aire, los vaporizadores y los deshumidificadores ofrecen mejor calidad de aire, liberando la presión del pecho mientras los niños duermen.
La presencia del dolor de pecho, los exámenes de la función de los pulmones, los análisis de sangre y las pruebas de alergias ayudan a diagnosticar el asma. Los inhaladores, los tratamientos con nebulizadores, los antihistamínicos y las vacunas contra la alergia tratan el asma y están asociados con el dolor de pecho.