Detecta la sordera

Detecta la sordera

La sordera es la dificultad o la imposibilidad de usar el sentido del oído debido a una pérdida de la capacidad auditiva parcial (hipoacusia) o total (cofosis) y una unilateral y bilateral. Así pues, una persona con este padecimiento será incapaz o tendrá problemas para escuchar.

Esto puede ser un rasgo hereditario o la consecuencia de otra enfermedad o traumatismo.

No hay que confundir los términos sordo y sordomudo, ya que el segundo es una persona que tiene un problema de audición y en las cuerdas vocales y la que padece hipoacusia, si tiene la capacidad de hablar.

¿Cómo saber si los infantes la padecen?

Detectar la sordera en un bebé o niño es más difícil, ya que a pesar de que su desarrollo es diferente a otros infantes, los pequeños no saben como explicar a su padres si escuchan bien algo o no.

«A partir de los ocho meses el niño empieza a balbucear, empieza a decir ´pa, ma, ta´, son balbuceos. Cada vez le gusta más jugar con el sonido. A partir de ahí, durante el año, el niño empieza a reconocer su esquema corporal, sabe dos o tres palabras, dice; papá, mamá, lo referencia bien, sabe a quién tiene que llamar para cada cosa. Empieza a comunicarse con nosotros de forma oral.

«A partir del año y medio, cada vez va teniendo un vocabulario más rico, puede hacer frases de hasta dos palabras y a partir del tercer año, que es cuando tenemos integrado el lenguaje, el niño es capaz de tener un vocabulario de 500 palabras y hacernos frases de cuatro o cinco», explica la doctora Gracia Aránguez, del comité de expertos del programa Detención Precoz de Sordera, de Madrid, España.

«Eso es como norma general, pero lo que siempre tenemos que tener en cuenta es que lo que ha de hacer el niño es entendernos. Una cosa es el lenguaje comprensivo, lo que el niño es capaz de comprender y otra cosa lo que es capaz de expresar».

«Le podemos hacer que obedezca ordenes muy sencillas; dame, toma, antes de que nos lo diga. Entonces sabremos si realmente nos está escuchando», abundó la doctora Aránguez.

Cuadro clínico 
Para comprobar el grado de sordera de una persona, se le hace una prueba de audiometría, de manera que alguien con este padecimiento puede tener problemas en la percepción correcta de la intensidad (decibel) o de la frecuencia (hertzios) de sonidos relacionados con el lenguaje oral, y es frecuente que se den resultados diferentes para cada oído.

La pérdida de la capacidad auditiva generalmente se describe como leve, benigna, moderada, severa o profunda, dependiendo de dicha prueba. Generalmente, cuando una persona cuya pérdida de la capacidad auditiva supere a los 90 decibeles (dB), se considera sorda.

Grado de pérdida auditiva
Normal: existe audición por debajo de los 20 dB.
Leve: Umbral entre 20 y 40 dB.
Media: Umbral auditivo entre los 40 y 70 dB.
Severa: Umbral entre los 70 o 90 dB.
Profunda: Umbral mayor a 90 dB
Cofosis: Umbral por encima de 90 dB. Puede ser debido a malformaciones internas del canal auditivo o a la pérdida total de los restos auditivos por motivos genéticos.

Causas
Esta discapacidad puede deberse a causas exógenas, como la rubeola materna o ser hereditaria.
El tímpano no está vibrando en respuesta al sonido.
Tumores.
Malformaciones de los huesecillos del oído medio.
Otitis media y sus secuelas.
Lesiones centrales bulbares bajas.
Exposición a ruidos altos (por ejemplo, por el trabajo o la recreación).
Uso de ciertos medicamentos.
Anomalías congénitas.
Traumatismos.

 

 

Fuente

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