Decálogo del Abuelo Aliado


Introducción
Las relaciones intergeneracionales abuelos-nietos tienen gran importancia en el desarrollo del nieto y en la calidad de vida de cada uno de los miembros de la familia. La relación abuelo-nieto es recíproca con beneficio para ambas partes. Se influyen los unos a los otros y se necesitan entre sí. La Guía de abuelos tiene el propósito de acercar a los abuelos a la realidad que se les presenta ante el nacimiento de un nieto con discapacidad intelectual con cierta dosis de esperanza.

I. Convierta el primer encuentro con su nieto en un acto de bienvenida a una nueva persona de la familia al mundo. Muchos padres en estos momentos se encuentran sumidos en un sentimiento de tristeza profundo y la reacción que tengan los familiares en estos primeros momentos va a ser defi nitiva para la posterior relación. A veces los padres hacen un antes y un después, según las reacciones de acogida y los primeros encuentros con familiares.

II. Comunique la noticia a otros familiares. Deje que los padres de su nieto de su nieto decidan la información que quieren que dé. No sólo hable de los problemas añadidos al nacimiento del niño sino de la persona que ha nacido. De sus características propias más allá de su síndrome o discapacidad. Esta actitud le acercará a su nieto y a su hijo y le precipitará la propia aceptación.

III. Presente el nieto a los vecinos y familiares. La gente no sabe a veces cómo reaccionar, qué decir ante una persona con discapacidad. Desde ahora y por el bien de nuestro nieto, vamos a ser modelos ante la sociedad de cómo se les debe tratar y de qué expectativas vamos a tener con ellos.

IV. Organice reuniones familiares como un respiro para los padres ya que son momentos de mucha sobrecarga y de riesgo de aislamiento. Recuerde que una familia grande equivale a ayuda rápida. Además, es adecuado para su nieto. Estudios sobre desarrollo infantil dicen que los niños que tienen la oportunidad de observar muchos modelos, que se relacionan con los abuelos, tíos y primos, se relacionan mejor.

V. Cuídese para poder cuidar: Descanse, cuide su alimentación, hable de sus sentimientos con alguien. A veces no va a poder ayudar, permítaselo. Por ello no va a perder el cariño ni el respeto de sus hijos.

VI. Si le piden y aceptan su ayuda, pregunte en qué quieren que le ayude y cómo: Lo mejor es que respete y apoye las normas, disciplina, criterios y hábitos que han establecido sus hijos con sus nietos, que se ponga de acuerdo. Intente comprender el por qué de sus decisiones. Confíe en ellos. Va a ser mejor recibida su ayuda si abandona la sobreprotección y las actitudes de indulgencia. No olvide que poner límites es una manera de protegerles.


No critique a sus hijos delante de sus nietos. En primer lugar porque las normas que reciben los niños para ser seguidas deben ser congruentes. En segundo lugar porque las críticas de los abuelos a los padres tienden a ser rechazadas. También pueden sentirse profundamente heridos al percibir que sus padres, los abuelos, dudan de sus cuidados, de su capacidad. Sobre todo en momentos que su nieto no avance o tenga problemas de salud, su hijo va a dudar de su capacidad; en esos momentos recuérdele en todo lo que es competente.

VII. Participe en la vida de su nieto con discapacidad. Visitar su colegio, su centro de estimulación, le ayudará a aceptar, le acercará más a su nieto y sus hijos.

VIII. Ofrézcase a ayudar con los otros hijos. No se centre en el nieto con discapacidad. Los otros nietos se sentirán abandonados y también le necesitan, pero no deje de conocer el mundo del nieto con discapacidad.

IX. Escúcheles. Con la escucha puede ofrecer consuelo, amor, experiencia, estabilidad a las dos generaciones. Reconforte a los padres recordándoles que lo que ha ocurrido no es culpa de ellos. Acepte las emociones de los padres aunque no se sienta de la misma forma. No minimice el problema que le preocupa a su hijo. No le quite importancia. Intente dar pistas sobre posibles soluciones o estrategias de afrontamiento. No le diga lo que deben hacer a sus hijos. No aleccione. Es mejor no dar juicios ya formados. Abandone el “tienes que” y “deberías”. Espere a que le pidan consejo. Su hijo ya es adulto y aunque usted tenga más experiencia, es más efi caz el consejo cuando nos lo piden. Ofrézcale su ayuda o experiencia admitiendo que puede que a él no le valga.

X. Adopte una actitud positiva, le ayudará a conseguir bienestar para usted, su hijo y su nieto. Hay cosas que uno no puede cambiar, luego habrá que adaptarse a ello de la mejor manera, viendo lo positivo del hecho. Recuerde que de la crisis surge la oportunidad. Sitúe a su nieto por delante de su discapacidad. Le ayudará a quererle más y le acercará más a su hijo. Piense en lo que le ha aportado hasta ahora este nieto. Lo que ha provocado en su familia.

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