Consejos para mantener el colesterol en el nivel deseado

En la actualidad, nos referimos al colesterol como un problema muy serio de salud; sin embargo, es necesario conocer que el colesterol es una sustancia necesaria en nuestro organismo para realizar funciones específicas y de suma importancia, tales como la producción de hormonas esteroideas (como glucocorticoides, mineralocorticoides, andrógenos, estrógenos y progesterona). Estas hormonas son indispensables para nuestro metabolismo, sistema inmunológico, equilibrio de agua y sal, así como en nuestro desarrollo sexual y reproductivo.

 

Existen diferentes tipos de colesterol: el «colesterol bueno» o lipoproteínas de alta densidad (HDL) y el «colesterol malo» o lipoproteínas de baja densidad (LDL). La presencia del «colesterol bueno» o HDL elevado ayuda a  prevenir problemas cardiovasculares, mientras que la presencia del «colesterol malo»o LDL elevado puede ocasionar enfermedades como arterioesclerosis, infartos cardiacos, infartos cerebrales y en casos muy severos hasta la muerte. Cuando el «colesterol malo» se acumula en las venas y arterias produce trombos o placas que evitan una buena circulación cardiovascular y evita que fluya la sangre adecuadamente hacia el corazón, el cerebro u otros órganos.

Por otro lado, el exceso de ácidos grasos también se acumula en el organismo causando problemas de sobrepeso y obesidad, lo cual es más frecuente en nuestra sociedad, por el consumo excesivo de grasas saturadas y ácidos grasos trans contenidos en las comidas rápidas, las frituras y la comida chatarra. Esto afecta el estado de salud del individuo, quien puede padecer hipertensión, diabetes mellitus tipo 2, hipercolesterolemia (aumento de «colesterol malo» en sangre) e hipertrigliceridemia (aumento de triglicéridos en sangre).

Hay evidencia científica de que el consumo de grasas saturadas, ácidos grasos trans y colesterol alimentario elevan los niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL). Los ácidos grasos trans se encuentran normalmente en los alimentos  procesados cocinados con aceites vegetales parcialmente hidrogenados como manteca vegetal y algunas margarinas.

Un estudio realizado en Estados Unidos publicado por ‘The American Journal of Clinical Nutrition’ concluyó que el consumo de esteroles vegetales (ácidos grasos presentes en la mayoría de las plantas), proteína de soya y de almendras en pacientes que sufren de hipercolesterolemia lograron reducir sus niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL) en forma considerable.

cuida tu corazón guisando con grasas monoinsaturadas (aceite de oliva, aceite de canola) y grasas poliinsaturadas (aceites de pescado, azafrán, girasol, maíz, soya, pepita de sésamo, pepita de uva) en baja cantidad. Consume diversos tipos de vegetales, y también semillas oleaginosas como almendras, castañas, nueces, piñones, avellanas, pistaches, cacahuates, pepitas de girasol, calabaza y sésamo sin freír ni procesar. Además, diversos tipos de pescado contienen ácidos grasos insaturados y omega 3, que también se recomiendan.

Fuente: Vistamagazine.com

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