Actualizarse en la atención sobre el autismo, así como conocer nuevas metodologías internacionales de terapias fueron de los objetivos del segundo Congreso Internacional del Trastorno del Espectro Austista en El Salvador, que ayer culminó su tercera jornada de ponencias.
Los temas abordados en los tres días que duró el encuentro, en el que participaron cerca de 400 personas de diferentes instituciones, se denominaron “Frente al autismo”, “Comunicación y lenguaje” y “Habilidades sociales y adecuaciones curriculares”. Se contó con la participación de los especialistas en psicología, terapia ocupacional y fonoaudiología Claudio Trivisonno y Daniela Melfi, de Argentina; Bárbara Mejía, de Guatemala; y Janet Glaser Mora, de Estados Unidos.
“Lo más importante que hemos querido transmitir aquí es que los niños en el espectro autista necesitan un equipo multidisciplinario, o sea, no solo terapia de lenguaje por un lado, o no solo terapias conductuales, sino que son varios tipos de terapias y depende de cada caso del niño”, dijo Silvia de Santacruz, del Grupo de Padres Especiales.
El congreso fue organizado por la Asociación Salvadoreña de Autismo (ASA), Olimpiadas Especiales, Ministerio de Educación (MINED), el Centro Fonoaudiológico Integral (CEFOI), el Centro de Atención Múltiple Integral (CAMI), la fundación Friends for Help y el Instituto Salvadoreño de Rehabilitación Integral (ISRI).
“La integración de este comité organizador realmente ha roto barreras, porque normalmente una entidad se hace cargo de una cosa así; pero no solo es un grupo de amigos, sino que es Gobierno, empresa privada, ONG, padres de familia, o sea, todos se han unido”, destacó Santacruz.
La sensibilización sobre el tema de autismo también fue parte de los objetivos del congreso. “Hacerle conciencia a los profesionales que trabajan con esta población a que tienen que tener como un nivel de desarrollo, de evolución, de crecimiento profesional, porque como profesionales tenemos que actualizarnos porque el objetivo es ir evolucionando con ellos”, dijo Liset Iliana Henríquez, directora del CAMI.
Además de docentes del sector público, participaron especialistas en terapias alternativas. También se hizo hincapié en el diagnóstico en las edades tempranas, para no confundirlo con hiperactividad o desintegración sensorial. “Es importante que los médicos, más que todos los pediatras, los neonatólogos, se pongan al día y puedan identificar conductas de alerta. Porque todos estos chicos presentan conductas o trastornos en el desarrollo”, expresó Henríquez.
