Confianza en sí mismo

Sigue tus sueños, sé tú mismo, un ángel de generosidad, no hay nada que no puedas hacer, yo creo, yo creo, yo creo en ti…

“Si se puede… Si se puede” en T2S1 sabemos que así es, pero esta frase se escucha comúnmente cuando estamos en las gradas de algún estadio, en alguna competencia, o son palabras de ánimo que le damos a alguien cuando vemos que está a punto de concluir algo que le ha costado trabajo, en este artículo, vamos a platicar de la confianza que debemos de tener cada uno como individuo independientemente de esa confianza que nos brindan los demás, pero hay que tener en claro que nosotros mismos somos el motor que genera esa energía llamada confianza!.

Entre los budistas se dice que: “Debemos aprender a ser nuestros propios guías. El faro está dentro de nosotros, Tú puedes cambiar lo que piensas, dices y haces y por ende tu vida, en este preciso instante” – Buda –; estas palabras nos dicen claramente que debemos de confiar en nosotros ya que en nosotros mismos esta nuestra luz, nuestro faro que nos guiara, bueno si llevamos estas palabras a la práctica podemos concluir que la confianza tiene que partir de uno mismo.


Hay personas que han hecho grandes cosas, avances tecnológicos, obras maravillosas de arte, o simplemente han logrado todos sus objetivos por muy difíciles que éstos parecían. Estas personas lograron sus sueños porque tenían confianza en sí mismos, creyeron en sus capacidades y no se limitaron a decir “no puedo”.

En este sentido, la confianza en uno mismo es una parte e integrar de nuestros valores, pues una persona que se tiene confianza no se rinde tan fácilmente, continúa hasta lograr sus objetivos y metas por muy lejanas que se vean, aun cuando tienen varios factores en su contra. Cabe señalar que este valor también nos sirve para tomar nuestras propias decisiones y forjar un buen carácter.

Es necesario que se tome en cuenta que la confianza se cultiva, ya que ningún ser humano nace autónomo: un bebé necesita ser alimentado, vestido y bañado. Más tarde, conforme el niño va creciendo, aprende a hacer algunas cosas sin ayuda de nadie, por ejemplo, aprende a atarse las agujetas, a bañarse, a comer solo, ir al baño, etc…

La mejor forma de fomentar este valor es apoyar a los niños en todo momento, cuando compitan, cuando estudien para un examen, cuando ganen y cuando pierdan.

Ante todo debemos promover los pensamientos positivos.

 


Referencia: JOSE DANIEL R. GORDILLO- GUIA PARA ENSEÑAR VALORES A LOS NIÑOS – Editorial Época

 

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