La mujer acusada de provocarle asfixias voluntarias a su hija desde que tenía un mes de vida y hasta que fue descubierta dos años después, fue condenada este lunes por la Cámara Séptima del Crimen de la ciudad de Córdoba a 15 años de prisión por el hecho, en consonancia con el pedido realizado por la Fiscalía.
X.Z. fue acusada de homicidio calificado por el vínculo en grado de tentativa reiterado y lesiones gravísimas calificadas reiteradas, luego de que los médicos del Hospital de Niños la descubrieran realizando maniobras de asfixia a su pequeña hija, cuando estaba internada.
La niña, que nació sana, quedó con lesiones gravísimas e irreversibles: parálisis cerebral tipo tetraparesia espática, con daño motor y de los cuatros miembros, con aumento del tono muscular, desconectada del medio y con una epilepsia controlada, según la historia clínica que consta en la causa.
La pequeña sufría reiterados episodios de apnea y paros cariorrespiratorios que los médicos no podían explicar, y que fueron socavando su salud debido a las prolongadas y reiteradas estadías sin oxígeno. Las sospechas llevaron a filmarla durante la internación, y el resultado dejó a todos paralizados: según la cinta, era la madre quien ocasionaba los paros.
Desde que la mujer fue apresada, en diciembre de 2012, la niña –hoy discapacitada y dependiente de terceros– no tuvo más crisis.
Una de las hipótesis es que la mujer padece el Síndrome de Münchhausen por poder, una patología que lleva a los padres o cuidadores a causar daño a los niños, como una forma de llamar la atención o de mantener la estima.
Este lunes, en el desarrollo del juicio en su contra, XZ reconoció los hechos y su culpabilidad. «Reconozco los hechos que se me acusan, pido perdón, principalmente a mi hija», dijo la mujer.
«Reconozco los daños que provoqué, no se qué pasó», remarcó.