Conclusiones de un embarazo con esclerosis múltiple

Esclerosis múltiple

Después de haber pasado por todo el proceso del embarazo, habiendo cometido errores y haciéndome ideas equivocadas de lo que esperaba que me iba a pasar. Quiero dedicar esta entrada a todas las conclusiones que he ido sacando a lo largo de estos meses, y ya que me preguntáis mucho por este tema, espero que sirva de algo para todas aquellas futuras:

  • Mejor, si lo planificas: si es posible, elegir una época en la que estés estable. Tu cuerpo va a sufrir muchos cambios, tienes que dejar la medicación y después hay que disfrutar de tu bebé. Cuanto más fuerte estés mejor.
  • Si lo deseas, ¡adelante!: la enfermedad no tiene porqué ser un impedimento para ser madre.
  • Cuídate durante el periodo de limpieza: especialmente si es un periodo largo, como fue mi caso. En su momento, no tuve mucha información al respecto, tampoco tenía conocimiento del efecto rebote, y desde luego, si vuelvo a pasar por lo mismo, me lo tomaría con más calma, descansando y cuidándome al máximo para intentar evitar un brote.
  • Te encontrarás bien, pero no como antes: debo ser excesivamente entusiasta y me hice una idea muy equivocada de la mítica frase de que el feto nos protege, pensé que volvería a sentirme como antes del diagnóstico. Pero no. Me sentí más o menos bien alrededor de seis semanas durante el segundo trimestre, pero muy lejos de las ilusiones que me había hecho.
  • La EM puede que no aparezca, pero las secuelas siguen ahí: a excepción del primer trimestre en el que me tuve que recuperar del brote que me dio, el resto del embarazo la esclerosis múltiple se quedó en modo pausa. Ella no estorbaba, pero las secuelas sí. Principalmente las de las piernas y la pelvis, debido al peso que fui cogiendo y a toda la transformación que sufre tu cuerpo. Molestan bastante, y hubo días en los que no sabía ni qué hacer para evitar el dolor.
  • Tenemos un cuerpo delicado: a mi cuerpo le cuesta asimilar ciertos cambios, y los que vienen a consecuencia del embarazo no iban a ser menos. Por ejemplo, los síntomas más habituales del último trimestre a mi me aparecieron al quinto mes, y así con todo.
  • El desarrollo del embarazo va a ir genial: en mis consultas ginecológicas se nombró la enfermedad en contadas ocasiones, el embarazo fue normal aunque con la etiqueta de enferma crónica, y por supuesto, total normalidad en el parto (en mi caso fue cesárea porque estaba de nalgas, no por la enfermedad).
  • No te creas las leyendas urbanas: el embarazo empeora la enfermedad, la epidural puede provocar un brote, la esclerosis múltiple es hereditaria, …

Creo que está todo, si alguien quiere aportar algo más ¡adelante!

 

 

Original. 

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