Compartiendo ilusiones

¡Hola amig@s y compañer@s.

Somos Elisabeth y Vicente, una pareja de espina bífida, socios los dos de la Asociación de Padres con Hijos Espina Bífida. De hecho, nosotros ya nos conocíamos de pequeñitos, porque coincidimos en un colegio de Educación Especial, durante la época en la que estudiamos E.G.B.

Seis u ocho años después (ya en la juventud) nos volvimos a reencontrar en una salida que organizó la Asociación. A partir de entonces, fuimos estrechando nuestra relación durante unos tres años, es decir que pasamos de una simple amistad a algo más.

Desde el primer momento los dos nos dimos cuenta de que existía algo que dificilmente se rompería y que podría llegar muy lejos. Durante esa primera época, que fue un poco difícil, con todas sus cosas buenas y problemas, (como ocurre en casi todas las parejas) nos conocimos a fondo, para posteriormente poner en común nuestros objetivos, que eran y siguen siendo: formar una pareja, un hogar y una familia estable, para siempre.

En general, a la gente le parecía bien nuestra relación, excepto a alguna parte de la familia, que valoraban más a las personas por su físico que por la persona en sí. Eso nos produjo graves e importantes problemas en nuestra relación de pareja y en la relación principal y más importante que creemos que debe ser la familia.

Pero luchamos, e hicimos ver y entender a esas personas, que lo más importante de una persona no es el físico y que lo que realmente importa es como es su carácter y su personalidad y la conjunción de dos personas que se llevan bien, se respetan, se aman y tienen dispuestos unos objetivos en pareja.

Transcurridos dos años y medio de nuestra relación y sin importarnos lo que pudiera decir y pensar la gente (sobre todo la familia de Vicente, que no le parecía bien y era muy duro para ella) nos planteamos el tema y decidimos vivir juntos (con los problemas añadidos que eso podría conllevar, por nuestra disminución y sobre todo por la falta de costumbre de responsabilidades caseras). Por todo lo que conlleva un hogar. Pero la ilusión y la motivación era superior a todo. En ese momento, tuvimos una gran ventaja, y es que disponíamos de un piso en propiedad. Así que nos pusimos en marcha y con la ayuda de algunas personas y poniendo la vivienda apta para habitarla (muebles, etc.) comenzamos nuestra nueva etapa.

Al principio fue muy duro, ya que no es lo mismo una relación de novios que convivir diariamente las 24 horas con tu pareja. Pero con el tiempo la pareja se amolda el uno al otro.

Tuvimos que buscar una persona que nos ayudara en las tareas de la casa, sobre todo en las que nosotros por nuestra limitación física, nos es difícil y complicado hacer.

Otros temas como la compra, administración, etc. de la vivienda se llevan bien. Ahora ya llevamos 6 años de convivencia. Hemos tenido experiencias de todo tipo y parece que fue ayer, pero la verdad es que merece la pena si se ama a la persona con la que vives.

Quizás ya sea el momento, y por eso hemos pensado formalizar nuestra relación casándonos. Ya no por la creencia, sino por la burocracia y con vistas hacia un futuro. ¿Por qué nosotros vamos a ser menos que otras parejas? Después de este tiempo la familia ya lo tiene bastante asumido, y por nuestra parte, con más o menos dificultades, hemos demostrado que querer es poder y hemos sabido conformar una pareja, quizás con más limitaciones físicas, pero no por ello sin falta de lucha, sacrificio, esfuerzo, etc. mutuo.

De momento el tema de niños no nos lo planteamos, ya que pensamos que ahora lo importante, dada nuestra juventud, es vivir y disfrutar la vida, consolidar nuestra relación y tiempo habrá para todo lo demás.

Escribimos este artículo (…) no por protagonismo, sino para hacer ver y entender y motivar a los jóvenes como nosotros, que a pesar de todo, y por lo difícil y complicado que parezca, podemos llevar una vida normalizada y conseguir lo que nos propongamos, como cualquier persona de nuestra edad. Y para compartir nuestra alegría y felicidad con un colectivo que es el nuestro, y que aunque entendemos que todos deberíamos integrarnos en una sociedad normalizada (todos con todos) y que nos ha dado tanto, por lo menos a nosotros, no podemos olvidarlo.

Ahí está, y por muchos años.

Graicas a todos.

Vicente y Elisabeth.

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