La música es una forma de comunicación que puede ser libre de amenazas y calmante para el niño autista. Puesto que los niños autistas son hipersensibles a los estímulos externos, tienden a mostrar una fuerte afinidad para escuchar música y tocar instrumentos musicales. La musicoterapia expande esta conexión para utilizar la música como unaherramienta fuerte de apoyo para habilidades del habla y un mejor contacto visual. También se puede utilizar en el fortalecimiento de otras áreas en la vida de un niño. Sigue leyendo para aprender más acerca de cómo utilizar la terapia de la música para ayudar a los niños autistas.
Instrucciones
Alégrate del poder de la musicoterapia
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Ten en cuenta que incluso los niños autistas que raramente o nunca hablan pueden responder a la música. Incluso pueden cantar. La musicoterapia es una herramienta que puede ser el puente entre un niño no-comunicativo para que comience a hablar palabras y frases.
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Los niños autistas (y adultos) responden tan bien a la música que puede ser utilizada como una interfaz para ayudarles a aprender tareas no musicales. Por ejemplo, si el niño es tímido para tener contacto visual, los juegos musicales que implican mirar al terapeuta para ver las indicaciones de cuándo tocar un instrumento puede ayudarle.
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Toma nota de sus preferencias.
Utiliza los principios de musicoterapia en el hogar
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Sujeta un instrumento simple, como una pandereta o cencerro, y tócalo al lado de la cara de tu hijo autista. Puedes utilizar esta sencilla actividad para ayudar a tu hijo a sentirse cómodo con el contacto visual.
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Canta canciones con tu hijo autista, mientras sostienes una muñeca. Cuando la canción menciona «el sueño», pon la muñeca en la cama. Cuando la canción habla de «saltar», haz que la muñeca de un salto en el aire.
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Pregúntale al terapeuta de la música para que te ayude a encontrar las canciones apropiadas para ayudar a tu hijo autista aprender palabras y señales corporales.
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Capacita musicalmente a tu hijo autista cuando tu y su terapeuta musical lo considerasen listo. El dominio de un instrumento musical puede proporcionarle autoestima y salidas creativas que pueden resultar en un niño más relajado.
