Todo el universo es energía y vibra en forma de ondas, de las cuales solo unas pocas logramos captar, ya que nuestro sentido de la visión es limitado.
Nuestros ojos interpretan estos cambios de vibración como un color determinado.
Por lo general, en el arco iris, percibimos siete colores: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, índigo y violeta. Pero en esta gama solo existen tres colores primarios: el azul, el verde y el rojo. Estos tres colores, al mezclaros, permiten reconstruir todos los demás.
Nuestra visión no percibe más allá del violeta y el rojo, los dos extremos del arco iris, aunque sabemos que existen otros colores.
Colores Primarios
El rojo, el verde y el azul son los colores primarios de la luz, ya que estos no pueden ser obtenidos por la mezcla por la mezcla de otros colores. Si los mezclamos en proporciones iguales se produce la luz blanca.
Los colores de la luz se llaman “aditivos”, porque aportan todos los colores del arco iris.
Si mezclamos una pareja de colores primarios, obtenemos un color secundario: el rojo y el verde producen el amarillo; el rojo y el azul producen magenta y el verde y el azul producen el cian.
Todo esto solo se aplica cuando el color proviene de una fuente de luz, por el contrario, cuando el color proviene de un pigmento, una tinta o un filtro, reciben el nombre de colores materia o “sustractivos”, ya que cada superposición de color sustrae la luz con respecto al blanco de fondo hasta conseguir la absorción completa.
Los colores primarios materia, no se pueden conseguir por la mezcla de otros pigmentos. Si los mezclamos se obtiene el negro, pues juntos, absorben toda la luz que incide sobre ellos. Si mezclamos una pareja de pigmentos primarios, se obtiene un pigmento secundario: el pigmento rojo y el azul componen el violeta, y el amarillo y el azul componen el verde.
No existe una coloración que no podamos obtener mediante la mezcla de los colores primarios, ya que existe un número ilimitado de posibilidad al asociar estos tres colores en proporciones desiguales.
Las luces de colores y los pigmentos coloreados tienen propiedades diferentes, basadas en lo que sucede cuando las mezclamos entre sí.
Colores Complementarios
Sabemos que a todo le corresponde su opuesto: los polos norte y sur de un imán, lo masculino y femenino, la luz y la obscuridad, el Yin y el Yang. Los dos opuestos, se complementan y producen la integridad.
Además, cada mitad contiene dentro de sí la potencialidad de la otra mitad. De esa manera, lo masculino contiene dentro de sí un aspecto femenino; la obscuridad contiene la luz y el Yang aspira al Yin.
Cada color tiene su opuesto o complementario.
Se dice que dos colores son complementarios cuando al combinarlos por adición se obtiene el blanco y por sustracción el negro.
Son complementarios el rojo y el cian, el naranja y el índigo, el amarillo y el azul, el verde amarillento y el violeta, el verde y el magenta, el verde azulado y el rojo magenta.
Observar el complemento de cada color es fundamental para la terapia de los colores. Si nuestro cuerpo está sano, veremos sin ninguna dificultad el complementario de cada color.
Colores Terciarios
Estos colores se obtienen cuando mezclamos entre sí los colores vecinos en el círculo cromático, y forman: el verde amarillo (limón); el rojo magenta (escarlata); el magenta azulado (púrpura), y el verde azulado (turquesa).
Referencia: CROMOTERAPIA – LA SALUD POR LOS COLORES – LUIS RUTIAGA- Editorial Época.
