Cómo evitar infecciones en el embarazo

El cuerpo de la mujer sufre muchísimos cambios durante el embarazo. Se va preparando para poder gestar, sin problemas, el feto, pero esto también tiene algún inconveniente para la futura mamá. El sistema inmune se debilita durante el embarazo, por lo que debe extremar las precauciones para evitar infecciones que pueden ser muy perjudiciales no sólo para ella, sino también para el bebé.

 

Hay ciertas enfermedades que, durante el período intrauterino, pueden ser transmitidas de la madre al hijo. Por este motivo, es necesario ser muy cuidadoso en esta etapa, puesto que las infecciones en el embarazo pueden llegar a provocar problemas cardíacos en el bebé, malformaciones, retraso mental, bajo peso en los recién nacidos, partos prematuros, etcétera.

 

En este sentido, los cuidados prenatales son fundamentales para evitar posibles complicaciones. Aunque será el ginecólogo el que determine las pruebas médicas necesarias, por ejemplo un simple análisis de sangre puede determinar si la mujer ya ha pasado infecciones como la varicela o la rubéola o ha sido vacunada contra ellas.

 

Igualmente, el médico analizará la sangre para determinar si la mujer sufre alguna infección urinaria, hepatitis, VIH o estreptococo del grupo B; si el resultado es positivo, el embarazo deberá seguir unas vías especiales para tratar de evitar que el feto desarrolle estas enfermedades. Y es que, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las madres con VIH que toman medicamentos antirretrovirales hasta el sexto mes de lactancia pueden reducir de un 9.5 a un 5.4 por ciento el riesgo de transmisión del virus.

 

Cuidados en el día a día: Higiene y comidas

El día a día de una mujer embaraza, al margen de pruebas médicas, también tiene que ser cuidadoso para tratar de evitar enfermedades infeccionas, como insiste el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades. Aquí tienes algunos consejos a aplicar en tus rutinas diarias para evitarlas:

 

Higiene

Hay que lavarse las manos con mucha frecuencia con agua y jabón o con geles especiales para el lavado de las manos. Especialmente cuando se toca carne o pescado crudo o frutas y vegetales sucios; se va al servicio; se guisa; se hacen trabajos de jardinería; se está cerca de personas con enfermedades contagiosas; o se cambian pañales.

 

También hay que extremar la higiene cuando se esté en contacto con mascotas, especialmente con los gatos o los hámsters que pueden transmitir la toxoplasmosis a la embarazada. Es mejor dejar de encargarse de la limpieza del animal y de su caja de arena durante este tiempo, pero, si no se puede ceder esta tarea a otra persona, hay que hacerlo siempre con guantes desechables.

 

Aunque no se sea escrupuloso, durante el embarazo no conviene compartir cubiertos, vasos o comidas con nadie.

 

Comidas

Durante el embarazo, la mujer no debe comer ningún alimento crudo, por lo que las aficionadas a, por ejemplo, el jamón serrano, otros embutidos poco curados o el sushi deben esperar a dar a luz para volver a comerlos.

 

Lo mismo ocurre con los platos que se cocinen en casa que deben estar siempre lo suficientemente cocinados, así como hay que tomar siempre leche que haya sido previamente pasteurizada, igualmente con sus derivados.

 

Respecto a las frutas y verduras, éstas deben ser cuidadosamente lavadas con agua y una gotita de lejía para uso alimentario. Aunque la piel de la fruta es muy saludable por su alto contenido en fibra, las mujeres embarazadas deben evitar tomarla durante estos meses.

 

Con todas estas medidas, sumadas a las precauciones con los animales, se puede evitar la contaminación por listeria que puede provocar malformaciones en el feto e, incluso, su muerte.

 

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