Cómo ahorrar dinero cuando eres joven y pobre

Ahorrar

Ahorrar dinero cuando estás en tus veintes es aburrido. Y es que tal vez es un momento de tu vida en el que no tienes muchas responsabilidades; o ya tendrás tiempo para pensar en eso cuando seas mayor, pero no ahorita; o tal vez no te alcanza para un carajo con tu sueldo, mucho menos para ahorrar.

Pero todo indica que, cuando crezcas, la situación no va a mejorar. Una encuesta realizada por la Asociación Mexicana de Afores arroja que, en México, 43 por ciento de las personas no ahorra. Entre los universitarios, uno de cada tres personas dice que no lo hace principalmente porque sus ingresos no le alcanzan. Entre los adultos, la proporción que dice no ahorrar por esa razón sube a seis de cada 10.

Eso significa que uno nunca se siente lo suficientemente grande como para empezar a pensar en el futuro y, lo más probable, es que tu salario siempre te parezca demasiado bajo como para empezar a ahorrar.

no se trata de volverte el amigo tacaño que se cuela a las fiestas ajenas. Ahorrar significa apartar un poco de dinero para cumplir tus metas de vida en lugar de que simplemente lo gastes en tonterías.

Estos son algunos consejos —de parte de especialistas— para empezar a ahorrar para salirte de casa de tus papás, irte de viaje, pagarte la maestría o gastártelo en lo que quieras.

GENERA UN EXCEDENTE

Oliver Ambía, profesor de Finanzas en el Tecnológico de Monterrey, dice que para ahorrar necesitas gastar menos de lo que ganas. Buen punto. No te claves en presupuestos súper elaborados, sólo haz la cuenta de los ingresos que tienes, de preferencia sin considerar ingresos variables —como propinas o bonos—, y réstale todos tus gastos, desde la renta hasta lo que te gastas en alcohol.

En esa lista verás que hay gastos que no son tan necesarios: deja de gastar tanto en cafés en la calle, bájale al cigarro y a la fiesta. Créeme, no te vas a morir por sacrificar un par de salidas al mes.

Ponte una meta, por ejemplo, recortar gastos y ahorrar 150 pesos a la semana.

PONLE NOMBRE

Si ya sabes para qué quieres el dinero, ahora define para cuándo lo necesitas. Si por ejemplo, quieres pagarte un curso que te cuesta 3 mil pesos y comienza en ocho semanas, tendrás que ahorrar 375 pesos a la semana.

Definiendo esos dos factores sabrás si la meta de ahorro que tenías establecida en tu presupuesto te alcanza para cumplir tu meta en el tiempo que quieres o necesitas conseguir ingresos adicionales.

«Es importante ponerse objetivos realistas porque las metas inalcanzables se convierten en el mejor pretexto para abandonar», dice Martínez Solares, especialista en economía conductual, una rama de la economía que estudia el porqué actuamos como actuamos cuando tomamos decisiones financieras.

DEJA LAS TARJETAS EN CASA

Carga sólo con el efectivo que tienes presupuestado y deja las tarjetas de crédito y débito en casa. Así, si ves algo en la calle que te gusta, no podrás dar el tarjetazo porque eso implicaría ir a casa por tu plástico y regresar.

Cuando aplazas la decisión de compra, eso genera un plazo adicional de reflexión y se convierte en un desincentivo.

DATE UN PREMIO

Uno de los errores frecuentes al momento de ahorrar es que, cuando las personas creen que llevan un avance, consideran que es momento de darse un premio y se gastan la mitad de lo que han acumulado.

Lo recomendable es que por cada tres meses que cumplas el objetivo de ahorro, te des un premio moderado. Por ejemplo, «comprar algo que te gusta por hasta el 10 por ciento de lo que llevas acumulado», recomienda Martínez Solares.

EVITA ACUMULAR TARJETAS DE CRÉDITO

Tener más de una tarjeta de crédito te da la sensación de que tienes una mayor disponibilidad de dinero de la que realmente tienes. Además, el simple hecho de tenerlas te genera costos como las anualidades, que rondan los 600 pesos, monto que podrías destinar al ahorro.

«La recomendación para los jóvenes y cualquier persona es tener una tarjeta de crédito o dos como máximo», dice Ángel González, director de la Organización Nacional de la Defensa del Deudor (DDD), dedicada a ofrecer defensa legal a deudores.

CUÉNTALE A ALGUIEN

Martínez Solares dice que a nivel de conducta, las personas buscamos la aprobación social para actuar, lo cual puede jugar a tu favor. En este caso, si le cuentas a tus familiares o amigos sobre tus planes de ahorro, ellos pueden ayudarte a invalidar una decisión de compra cuando crean que no te ayuda a cumplir tu plan.

«Me puedo apoyar en amigos o familiares para decirles: ‘cuando vaya a comprar alguna tontería, te lo voy a platicar y tú me dices lo que ves mal’. Eso puede ser una herramienta para tomar la decisión», dice Martínez Solares.

En teoría, cualquier persona es capaz de generar buenos hábitos financieros, siempre y cuando sepa para qué lo hace.

«Ahorrar significa postergar una satisfacción de corto plazo con el propósito de obtener otra satisfacción mayor en el futuro», dice Martínez Solares. «La clave está en tener y mantener una fuerte motivación».

 

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