Aunque el Botox es conocido por su capacidad anti arrugas, el producto también se usa en la rehabilitación de los niños con parálisis cerebral que es un trastorno de la postura y la marcha ocasionado por un daño no permanente a un tejido cerebral inmaduro.
Los niños y jóvenes que padecen de parálisis cerebral desde su nacimiento o producto de algún accidente y presentan espasticidad en su musculatura, pueden hoy tener mejores resultados en sus tratamientos gracias al Botox, mejorando considerablemente su calidad de vida.
La toxina botulinica se aplica desde los 6 meses de edad con la finalidad de relajar la musculatura, recuperar la movilidad muscular, evitar las deformaciones que se producen con el paso del tiempo, y ayudarlos a tener un mejor ritmo de vida.
Sin embargo, es muy importante tener muy claros los tiempos de aplicación y no abusar de la toxina botulínica que tiene su tiempo de uso, así como consultar a un especialista en el tema que pasará luego de la aplicación del Botox a las correcciones de las deformidades del niño mediante las modernas técnicas de la Neuro-Ortopedia.
