Recuerdo que mis padres nos daban a mi hermana y a mí, los mismos juguetes en navidad, nos vestían de manera igual, los premios y castigos eran iguales, sin embargo, aunque muchos padres hacen todo su esfuerzo por educar igualitariamente a sus hijos, darles toda su atención, amor y apoyo, los problemas entre hermanos en ocasiones se dan por los celos.

• Los hermanos son las personas más importantes que tenemos en la vida, son los confidentes, el amigo incondicional, los compañeros de aventuras, son el regalo más maravilloso que los padres nos dan. Pero no todo es color de rosa, en ocasiones son los peores competidores, los chismosos, los que se meten en la vida de los hermanos, los oportunistas etcétera.
• Uno de los dolores de cabeza de los padres es que entre hermanos existan, conflictos, celos y envidias. Por ello es fundamental, ayudar a los hijos a resolver sus diferencias, ya que la familia es lo más importante, es la base de la sociedad y es un vínculo inquebrantable.

• Cómo lograrlo

• 1. Los celos son normales

• Es normal que entre hermanos surjan los celos, el primogénito estaba acostumbrado a tener a sus padres disponibles cuando él quería, era el centro de atención, por ello, cuando llega un hermano, es un cambio radical, en el cual debe de aprender a compartir a los seres que más quiere (sus padres) y sus pertenencias.
• Los celos pueden aparecer en la infancia o más adelante, llevando comportamientos agresivos, hirientes y perjudiciales, en casos extremos los celos puede ocasionar baja autoestima, inseguridad, carencia de amor propio y poca confianza, hacia la víctima «el hermano».
• La tarea de los padres es comprender que es normal sentir celos entre hermanos, se recomienda entablar una comunicación para saber qué es lo que sienten los hijos, para encontrar la verdadera causa del problema y poder solucionarlo.

• 2. Atención de manera individual

• Es importante pasar tiempo de calidad y a solas con cada hijo. Aunque sea muy complicado se debe tener un especial momento para fortalecer los lazos entre los padres e hijos. Así los hermanos no competirán entre ellos para llamar la atención de los padres.

• 3. Todos necesitan un espacio

• Hacer que los hijos se sientan en un ambiente familiar armónico es sencillo. Cada hijo debe tener su espacio único y especial, dejar que ellos decoren su habitación, coloquen calcomanías, pinten su pared etcétera. Al hacerlo los hijos sabrán que son especiales para los padres.
• Los padres deben evitar hacer comparaciones entre los hijos, ellos deben entender que el amor nunca está dividido y que en el corazón hay mucho amor para todos.

• 4. Enseñar a controlar sus emociones

• La ira, el enojo, los sentimientos de venganza, entre hermanos, no solo perjudica a ellos, sino la armonía familiar. Es importante que desde pequeños controlen sus emociones, refuerza los valores como el respeto. La clave es recordarles que la comunicación es la mejor manera para solucionar los conflictos, así como ceder y aceptarse el uno al otro, con sus defectos y virtudes.

• 5. Trabaja en técnicas de relajación

• Cuando los celos generan comportamientos violentos entre los hermanos, es fundamental aplicar técnicas de relajación. Respirar profundamente y expulsar el aire, ayuda a oxigenar el cerebro y pensar con claridad. Lo que esperan los hermanos es que los padres acepten que uno de los dos tenga la razón. Por lo tanto es fundamental hacerles ver que las opiniones de ellos son razonables y que deben encontrar un punto de equilibrio para llevarse bien.

• 6. Comunicación

• Dejar que los hermanos arreglen sus conflictos es lo ideal, después es conveniente acercarse a cada hijo, para conocer sus versiones e inquietudes, ayúdalos a buscar soluciones.

• 7. Los limites

• Se debe poner límites ante cualquier comportamiento agresivo o violento, como padres debemos frenar estas actitudes, sin necesidad de llegar a los golpes, gritos o castigos. Invita a tus hijos a platicar y refuerza que la agresividad no resuelve nada. Anímalos conversar de manera pacífica.

• Cuáles son las señales de alarma

• Los padres deben estar atentos cuando las discusiones o conflictos son muy frecuentes, sobre todo cuando uno de los hijos tiene actitudes depresivas como aislamiento social o deseos de querer salir de casa o suicidio. Es recomendable consultar con un especialista, seguro una terapia los ayudará y guiará para encontrar soluciones.

• ¿Los celos duran para siempre?

• Los celos en la infancia suelen desaparecer en la adolescencia, sin embargo algunos conflictos se llevan a la adultez por no poder ser capaces de resolver sus diferencias. Los celos más frecuentes en la edad adulta son: «Mi hermana (o) tuvo más suerte que yo», «Mi hermana (o) fue más privilegiado», «Me obligaron a querer a mi hermano (a)», «No tenemos nada en común». Todo se resuelve con comunicación, respeto y madurez.

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